Contaminación del agua: La UE intenta recuperar los ríos, lagos y mares
“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar”
Recurso Hídrico y Contaminación
Las aguas europeas están cada vez más contaminadas desde hace décadas, debido sobre todo a la mala gestión de la agricultura, la industria y el tratamiento de aguas residuales. En este curso acelerado analizamos las alarmantes estadísticas y estudiamos qué hace la UE al respecto.
El agua es el recurso más preciado de la naturaleza y afecta a nuestra vida cotidiana en todos los niveles. En 'Water Matters' analizamos en detalle los complejos problemas de la gestión del agua en Europa, desde la lucha contra la contaminación hasta la respuesta a inundaciones y sequías. Vea nuestro curso acelerado de un minuto en el vídeo de arriba para obtener una explicación dinámica de las causas, consecuencias y retos que entraña.
Meses de lluvias inusualmente abundantes han repuesto los niveles de agua subterránea en muchas partes de Europa, contrarrestando la amenaza de escasez al menos a corto plazo. Sin embargo, Europa sigue afrontando numerosos retos en relación con este recurso esencial, siendo la contaminación uno de los más graves.
La contaminación de las aguas subterráneas aumenta desde hace décadas
Décadas de mala gestión han permitido que nuestros ríos, lagos y mares se contaminen a partir de diversas fuentes, como la agricultura, la industria y las aguas residuales procedentes de las anticuadas infraestructuras de tratamiento del saneamiento. El cambio climático, la disminución de la biodiversidad y la degradación de los ecosistemas han agravado el problema.
La contaminación del agua plantea riesgos importantes para nuestra salud. Propaga enfermedades como el cólera y la disentería y puede causar otras enfermedades a largo plazo. Y también puede tener consecuencias negativas para el medio ambiente y la economía, en términos de pérdida de ingresos por turismo y reducción de la productividad agrícola. También afecta a las industrias que dependen de fuentes de agua limpia.
Algunas de las estadísticas son desalentadoras. Por ejemplo, el 28% de las aguas subterráneas europeas están contaminadas. De ahí procede la mayor parte de nuestra agua potable. A las empresas de servicios públicos les cuesta miles de millones de euros eliminar los nitratos y pesticidas causados principalmente por las prácticas agrícolas modernas.
La contaminación también procede de los entornos urbanos, los plásticos, las aguas residuales y el agua de refrigeración de las centrales eléctricas. La escorrentía acaba inevitablemente en nuestros cursos de agua, como revela otra cifra alarmante: el 22% de los arroyos, ríos, lagos y mares de Europa están afectados.
Las estadísticas en detalle (Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea)
Los costes medioambientales globales de la contaminación por nitrógenose estiman entre 70.000 y 320.000 millones de euros al año en la UE.
En 2022, el 85,7% de las zonas de aguas de baño de la UE recibieron la calificación de excelentes y el 95,9% de ellas cumplían las normas mínimas de calidad del agua.
El agua insalubre mata cada año a más personas que la guerra y todas las demás formas de violencia juntas.
El 81% de las aguas marinas, el 31% de las aguas costeras, el 36% de los ríos y el 32% de los lagos de la UE son eutróficos, es decir, presentan un crecimiento excesivo de plantas como las algas, provocado por el exceso de nitratos, que a su vez ahogan otras formas de vida vegetal y animal.
El 22% de las masas de agua superficiales y el 28% de las subterráneas de Europa están muy afectadas por la contaminación difusa procedente de la agricultura, tanto por nutrientes como por plaguicidas.
Cada año llegan al mar Mediterráneo 230.000 toneladas de plásticosprocedentes de fuentes terrestres; además, 20.000 toneladas proceden de actividades marítimas.
Los europeos están preocupados por la contaminación: el 69% la considera la principal amenaza para su abastecimiento de agua.
Recuperar las vías navegables europeas
Abordar estos problemas exige respuestas dinámicas y de amplio alcance por parte de múltiples sectores. Como punto de partida, hay que combatir la contaminación en su origen mediante una agricultura sostenible, un mejor tratamiento de las aguas residuales, menos residuos plásticos y la restauración de los ecosistemas.
El camino hacia las soluciones está trazado en las políticas generales de la Comisión Europea. La Directiva de Aguas de la UE regula los lagos y ríos, mientras que la Directiva de Agua Potable refuerza la calidad del agua del grifo. El Pacto Verde Europeo incluye un plan de acción de contaminación cero para mejorar la legislación sobre prevención de la contaminación.
Las medidas adoptadas, en detalle (Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea)
Directiva del Marco del Agua: compromete a los Estados miembros de la Unión Europea a alcanzar un buen estado cualitativo y cuantitativo de todas las masas de agua.
Directiva sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas: Establece normas de tratamiento de las aguas residuales para proteger los medios acuáticos.
Directiva sobre nitratos: Pretende proteger la calidad del agua en toda Europa evitando que los nitratos procedentes de fuentes agrarias contaminen las aguas subterráneas y superficiales y fomentando el uso de buenas prácticas agrarias.
La Directiva sobre agua potable: La principal norma de la UE en la materia. Se refiere al acceso al agua destinada al consumo humano y a su calidad para proteger la salud humana.
Directiva sobre las aguas de baño: Su objetivo es proteger el medio ambiente y la salud de los europeos consiguiendo una buena calidad de las aguas de baño en toda la UE.
Directiva sobre normas de calidad ambiental: Tiene por objeto conseguir un buen estado químico de las aguas superficiales.
Ser conscientes del agua
Sin embargo, no podemos limitarnos a legislar para solucionar un problemaque lleva décadas desarrollándose. Los ciudadanos también pueden poner de su parte, reciclando y reduciendo al mínimo los productos químicos y los plásticos de un solo uso, participando en iniciativas de limpieza y, en general, siendo más conscientes del uso del agua. Un cambio fundamental en la mentalidad y los comportamientos contribuirá en cierta medida a garantizar un suministro de agua limpia y saludable para las generaciones venideras.
Fuente:
Julio, 2024