Detectan una disminución drástica del agua dulce del mundo

“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar”

El Cambio Climático

La disminución del agua dulce en el mundo de la que se informa en el estudio comenzó con una sequía masiva en el norte y centro de Brasil, y fue seguida poco después por una serie de sequías importantes en Australasia, América del Sur, América del Norte, Europa y África. Las temperaturas más cálidas en el Pacífico tropical desde finales de 2014 hasta 2016, que culminaron con una de las manifestaciones más significativas del fenómeno climático de El Niño desde 1950, provocaron cambios en las corrientes en chorro atmosféricas que alteraron el tiempo meteorológico y los patrones de precipitaciones en todo el mundo.

Sin embargo, incluso después de que ese episodio de El Niño remitiera, el agua dulce mundial no logró repuntar. De hecho, Rodell y sus colegas han comprobado que 13 de las 30 sequías más intensas del mundo observadas por GRACE se han producido desde enero de 2015 en adelante. Rodell y sus colegas sospechan que el calentamiento global podría estar contribuyendo al agotamiento persistente del agua dulce.

El calentamiento global hace que la atmósfera retenga más vapor de agua, lo que se traduce en precipitaciones más extremas, tal como explica el meteorólogo Michael Bosilovich de la NASA, coautor del estudio. Aunque los niveles anuales totales de lluvia y nieve no cambien drásticamente, los largos periodos entre precipitaciones intensas permiten que el suelo se seque y se vuelva más compacto. Esto reduce la cantidad de agua que el suelo puede absorber cuando llueve. 

El problema cuando se producen precipitaciones extremas es que el agua acaba escurriéndose, en vez de filtrarse poco a poco en el subsuelo y reponer las reservas de agua subterránea. A escala mundial, los niveles de agua dulce se han mantenido persistentemente bajos desde El Niño de 2014-2016, mientras que más agua permanece atrapada en la atmósfera en forma de vapor de agua. El calentamiento global aumenta tanto la evaporación del agua de la superficie a la atmósfera como la capacidad de retención de agua de la atmósfera, lo que incrementa la frecuencia y la intensidad de las sequías. 

Queda por ver si el agua dulce mundial volverá a alcanzar los valores anteriores a 2015, se mantendrá estable o reanudará su descenso. Teniendo en cuenta que los nueve años más cálidos del registro moderno de temperaturas coincidieron con el brusco descenso del agua dulce, los autores del estudio no creen que sea una coincidencia, y opinan que podría ser un presagio de lo que está por venir. 

El estudio se titula “An Abrupt Decline in Global Terrestrial Water Storage and Its Relationship with Sea Level Change”. Y se ha publicado en la revista académica Surveys in Geophysics.

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Diciembre, 2024