El acto de cuidar

“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar”

Infraestructura Hídrica

Embalse Pedda Vagu Vanka. Foto © Carlos Garriga

El concepto de «cuidar» es amplio. Cuidamos a las personas, pero también cuidamos la tierra, los animales, las plantas, los ríos. Ahora bien, ¿les damos la atención que merecen? Cuidar de nosotros y de nuestro entorno es fundamental para poder vivir dignamente. Sólo si disponemos de agua seremos capaces de hacerlo.

En nuestro último viaje a India, visitando algunos de los proyectos que hemos desarrollado con la Fundación Vicente Ferrer, esta reflexión se hizo sentir de forma muy especial.

Cuando colaboramos en la construcción de dos pequeños embalses en Settipalli y D.K.Thanda estábamos cuidando de los pequeños agricultores y de sus tierras, de la esencia de sus vidas. El simple hecho de recoger y embalsar la lluvia nos ha permitido regenerar los acuíferos y devolver al agua dulce a sus pozos secos; hemos podido hacerlos independientes de los caprichos de los monzones. Ahora alzan menos la vista al cielo preguntándose si lloverá y, si lo hace torrencialmente, qué daño sufrirán.

AGRICULTOR DE REKULAKUNTA. FOTO © CARLOS GARRIGA

El manto verde de las suaves laderas que envuelven el cuerpo de agua de los embalses es su garantía para cuidar de su futuro: les permite luchar contra la desertificación y paliar las inundaciones, pues la violenta escorrentía de las tormentas monzónicas se escapa cada vez menos y no arrastra suelo fértil. Disponer de agua en las estaciones secas ha hecho aparecer frutales y hortalizas donde antes había sólo cacahuetes y tierra yerma. Les ha proporcionado un abrevadero seguro para su ganado e incluso desarrollar la acuicultura con la que obtener otra fuente de ingresos y mejorar su dieta.

Con el agua han cuidado de sus vidas y se han hecho dueños de ellas. Ahora tienen armas para luchar por salir de la pobreza y cuidar una comunidad en la que sus hijos pueden planificar un futuro. Tienen una infraestructura que es suya y ellos son los responsables de su sostenibilidad. El fantasma de la migración a la gran ciudad por falta de recursos ha desaparecido. Más de 500 familias sonríen y lo agradecen: la vida oculta del agua forma ya parte de sus vidas.

Nuestro viaje transcurrió también por una de las zonas rurales más deprimidas de Andhra Pradesh: el área de P. Dornala, donde en los remotos bosques de Nallamala, la tribu aborigen Chenchu sufre las consecuencias de un prolongado abandono y de una prácticamente inexistente alfabetización. Allí, en cuatro aldeas en las que intervenimos, cuidar a las mujeres ha significado proporcionarles acceso a agua.

VECINOS DE THIMMAPURAM CAVANDO LA FOSA DE SU LETRINA. FOTO © CARLOS GARRIGA

Con agua dulce accesible pueden permanecer en sus aldeas, cocinar mejor, cuidar a sus hijos, mantenerlos sanos y trabajar por la comunidad; no tienen ya que andar varios kilómetros para llenar un bidón. Ahora tampoco tienen que defecar al aire libre, pueden cuidar su higiene personal y así mejorar su salud y la de su familia gracias al agua limpia y saneamiento.

En las escuelas de las aldeas también hemos tenido cuidado de la educación de los niños y de su salud. El agua, de nuevo, nos lo ha permitido. Las escuelas tienen ya baños seguros e instalaciones de higiene; los estudiantes pueden dar continuidad a sus estudios, la lacra del abandono escolar ha desaparecido y la tasa de alfabetización está mejorando años tras año.

ALUMNA DE ESCUELA GUBERNAMENTAL KOTHAPALLI. FOTO © CARLOS GARRIGA

Lo que hemos vivido en este corto viaje a India es una experiencia que se repite en cada uno de nuestros proyectos en diferentes lugares del mundo: en el cuidado de la salud de las personas está el agua; en su dignidad, en su empoderamiento subyace el agua; en su lucha contra la pobreza, es necesaria el agua. El acceso al agua transforma las zonas abandonadas, revitaliza la vida comunitaria en las aldeas y hace justicia con las mujeres. Sin acceso al agua limpia  y saneamiento los maestros no pueden cuidar de la dignidad de las escolares adolescentes que menstrúan; ni a los centros de acogida de migrantes y desplazados, les es posible cuidar a los que huyen de la guerra y la pobreza.

No existe cuidado de ningún tipo sin tener al menos agua. El elemento a partir del cual se unen todos los puntos que forman la línea de la vida. Y sólo desde el agua conseguiremos lograr un futuro donde antes no había ni presente. Ese es nuestro principal reto. Seguiremos cuidando.

Fuente:

 
 

Noviembre, 2022

Infraestructura Hídrica