El Delta del Ebro ‘pagará caro’ el cambio climático
“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar“
El Recurso Hídrico y el Cambio Climático
Tras analizar el Plan para la protección del Delta del Ebro, reclama al Gobierno y a la Generalitat de Catalunya un marco de acción capaz de dar respuesta a las amenazadas que han convertido a este espacio natural en el lugar donde el impacto del cambio climático es más intenso.
Según la ONG, es preciso concentrar esfuerzos en solucionar la reducción drástica de los sedimentos que llegan al Delta, y que quedan retenidos en los embalses río arriba, lo que reduciría la subsidencia o hundimiento de la plana deltaica y ayudaría a minimizar la erosión litoral.
SEO/BirdLife reclama al Gobierno de España y a la Generalitat de Catalunya que redoblen sus esfuerzos para asegurar que el Delta de l’Ebre no se convierta en la primera víctima del cambio climático en la península ibérica. La organización ecologista, aún valorando acciones como los deslindes en la línea costera, propuestas por el Ejecutivo central, defiende que son necesarios objetivos y compromisos claros que aborden el principal problema del Delta: la no llegada de sedimentos desde el río, que quedan casi en su totalidad atrapados en los diferentes embalses construidos en la cuenca del Ebro.
SEO/BirdLife ha analizado el Plan para la protección del Delta del Ebro, elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que acaba de concluir su periodo de información pública.
La organización considera que el nuevo plan presenta líneas de trabajo positivas, como el mencionado impulso que suponen los deslindes en la línea costera del Delta, pero defiende que estas medidas, por sí solas, no son suficientes. Según SEO/BirdLife, el Plan debe centrarse en solucionar la reducción drástica de los aportes sedimentarios que llegan al Delta, lo que reduciría la subsidencia de la plana deltaica y ayudaría a minimizar la erosión litoral. Ambos fenómenos son ya una realidad en el Delta y a corto plazo pueden acarrear pérdidas ambientales y económicas, e inseguridades jurídicas si no se establecen objetivos y compromisos claros.
SEO/BirdLife entiende que el Delta del Ebro es un espacio donde la amenaza del cambio climático es más intensa y la acción más urgente y necesaria. Las consecuencias de esta
realidad se agravan por una nefasta gestión hidrológica durante décadas, especialmente en lo que respecta al tratamiento de los sedimentos en los embalses, donde quedan atrapados sin posibilidad de llegar a la desembocadura del río, sin poder contribuir a la formación de su característico delta.
La organización conservacionista, que lleva años solicitando una nueva visión para la gestión global del conflicto, apuesta por que las medidas para garantizar estos aportes de sedimentos protagonicen la acción coordinada entre el gobierno de la Generalitat de Catalunya y del Ejecutivo central para responder, de forma efectiva, al problema sobre el terreno y a la urgencia climática que sufre el Delta.
Riesgo a perder la última oportunidad para el Delta
SEO/BirdLife recuerda que, cuando se anunció el plan que ahora ultima el MITECO, se apuntó que nacería de una mesa de diálogo y trabajo técnico para construirlo bajo un enfoque multidisciplinar (protección de la biodiversidad, gestión hidrológica y gestión costera), una visión que la ONG consideraba claramente acertada. Sin embargo, tras el análisis de la propuesta de plan, la ONG ecologista constata que la gestión de la biodiversidad no queda reflejada y la gestión de sedimentos se aborda de forma accesoria y sin compromisos.
El plan sí se enfoca prioritariamente y de forma más detallada hacía la gestión del litoral con base en nuevos deslindes y trasvases de arena, sin actuar en el origen del problema y sin objetivos medioambientales claros en las actuaciones costeras.
Para Roberto González, responsable del Programa de Aguas de SEO/BirdLife, “los deslindes en la línea de costa constituyen una línea de acción necesaria en el Delta pero que, por sí sola, solo tiene un papel paliativo, no cura el problema. Para que los deslindes sean verdaderamente efectivos, es preciso abordar también, y de forma decidida, la principal causa de presión del Delta, que no es otra que la retención de sedimentos en los embalses. Las actuaciones que se proponen sobre la costa tienen sentido cuando ya se ha asegurado la llegada de sedimentos a medio plazo, y no es el caso”.
“Valoramos que el Gobierno de España se ocupe del que podría ser el primer territorio víctima del cambio climático en la península ibérica y les instamos, al igual que lo hacemos con la Generalitat de Catalunya, a ser ambiciosos, porque es posible y porque es bueno para el medio ambiente y para las gentes del Delta.
Es el momento de concebir un marco de acción coordinada entre ambas instituciones, y que comience sus actuaciones río arriba, en los embalses que taponan los sedimentos. De igual modo, es importante asegurar que las zonas deslindadas cuenten con una correcta gestión para que se conviertan en el primer muro de defensa del Delta frente a los efectos del cambio global, que ya vemos en forma de temporales cada vez más extremos que, junto a la subida del nivel del mar, van desdibujando a esta joya de la biodiversidad europea y mundial”, señala la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz.
Un plan global y coordinado
A juicio de SEO/BirdLife, el plan de acción del MITECO ha de configurarse como un plan general de actuación en lugar de su actual configuración, que no cuenta con estructura de planificación, ni objetivos detallados, ni medidas concretas, ni calendario de actuación, ni alternativas sobre las que se adoptan las diferentes soluciones aportadas, ni una evaluación de los problemas ambientales. Tampoco cuenta con una estimación presupuestaria, propuesta de financiación o priorización.
Sofía Rivaes, responsable de la Oficina Técnica en Delta de l'Ebre, apunta algunos ejemplos: “La propuesta carece de objetivos claros vinculados a la restauración natural del frente costero, no tiene sentido crear una franja de protección si no se presentan medidas que aseguren que esta línea de trabajo va a ser efectiva a futuro para mitigar los efectos negativos sobre los valores ambientales y económicos del Delta”.
Por su parte, Cristina Sánchez, delegada territorial de SEO/BirdLife en Cataluña, lamenta que “la gestión de la biodiversidad queda en un limbo, el plan carece de una visión integradora donde los objetivos de conservación de los hábitats y las especies sean los cimientos y donde la publicación de los planes de conservación y recuperación de hábitats y especies formen parte del marco de acción; dejar a un lado la biodiversidad en unos de los lugares más importantes de Europa en términos ambientales, es construir la casa por el tejado”.
En definitiva, SEO/BirdLife entiende que este Plan no asegura que se vaya a solventar la completa desestabilización del balance sedimentario de este singular ecosistema, y, de no cambiar profundamente el mismo, el Delta quedará abandonado a su suerte, convirtiéndose -con probabilidad- en una de las primeras víctimas del cambio climático en la península ibérica, engullido por el mar temporal tras temporal, y hundido por la falta de sedimentos y la subida del nivel del mar.
Algunas propuestas de mejora planteadas por SEO/BirdLife:
Si bien el plan plantea medidas de interés en el margen litoral, estas no tendrán un impacto positivo si no vienen acompañadas de una acción coordinada aguas arriba, en los embalses del Ebro. Es preciso, por tanto, que el plan aborde, de forma adecuada y ambiciosa, la principal amenaza para el Delta del Ebro: la falta de llegada de sedimentos. De hecho, esta debería ser la base del plan, dado que es la única solución al problema. El futuro de los sedimentos no puede quedar en el limbo.
Para dotar al plan de una visión global, también es preciso que incorpore medidas con relación al régimen de caudales hidrológicos, herramienta fundamental para ajustar muchas de las variables que se pretenden estabilizar.
De la misma manera, el plan debe incorporar acciones relativas a la conservación de los espacios protegidos, las especies y sus hábitats, y asumir sus objetivos y planificaciones.
Una vez planteado desde este enfoque global, el plan debería incorporar objetivos y plazos claros, bajo un marco de acción justificada en términos ambientales e incluyendo medidas de seguimiento y financiación adecuada para su desarrollo.
Además, el plan debe incorporar un minucioso análisis de coste-efectividad de las actuaciones finales que se propongan. La falta de evaluación de esta efectividad hace imposible valorar las alternativas seleccionadas desde el enfoque puramente económico (especialmente en lo que respecta a movimientos y transferencias de arenas y sedimentos sine die).
El plan, en cumplimiento de la normativa, deberá evaluar el impacto ambiental de las actuaciones que propone (por ejemplo, sobre el estado de conservación de los hábitats y las especies, sobre el estado de los espacios protegidos o sobre el estado ecológico de las masas de agua afectadas) e incluir una aproximación al coste económico de las mismas, en confrontación con otras alternativas a tener en consideración para justificar por qué se ha optado por una.
Todo este enfoque integral requiere de una mejor gobernanza y trabajo coordinado entre los diferentes departamentos del MITECO, la Generalitat de Catalunya y los municipios de la zona, y muy especialmente en relación con las competencias y acciones necesarias sobre el río Ebro y sus sedimentos.
Delta del Ebro: Reducción de los caudales y sedimentos que llegan al mar
El Delta de l’Ebre es el segundo humedal más importante de España, con poblaciones de aves acuáticas invernantes que superan los 350.000 ejemplares, y uno de los humedales más importantes del Mediterráneo, y suma hasta ocho figuras de protección diferentes. El Delta sufre una acusada regresión de la línea costera derivada de la falta de caudales y sedimentos. La estructura y las comunidades biológicas del Delta de l’Ebre y su plataforma marina se ven amenazadas por la reducción de caudales sólidos y líquidos que desembocan en el mar.
La reducción de aportes sedimentarios que llegan al Delta del Ebro es una evidencia constatada que conlleva una serie de efectos directos e indirectos sobre la estructura del tramo bajo del río Ebro, su delta y su área marina de influencia. Una presión que se suma a los efectos sinérgicos de la subida del nivel del mar y la erosión costera.
La reducción del caudal (agua y sedimentos) del Ebro pone en riesgo el mantenimiento de los ecosistemas del tramo bajo del río Ebro, su delta y, en especial las aguas litorales asociadas y el ámbito marino de la plataforma adyacente. La disminución de aportes fluviales y sus nutrientes conlleva unas implicaciones biológicas a medio y largo plazo en el sistema río-mar, que provocan cambios que van desde la cuña salina hasta las poblaciones piscícolas pelágicas.
Fuente:
Abril, 2021