El peligro climático de los bajos niveles de oxígeno en lagos
“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar“
El Recurso Hídrico y el Cambio Climático
Debido al tipo de uso actual de muchas tierras y al cambio climático global, numerosos lagos y embalses de todas partes del mundo están sufriendo grandes disminuciones en las concentraciones de oxígeno en sus aguas más profundas. Está bien documentado que las aguas anóxicas (sin oxígeno o con muy poco) tienen efectos perjudiciales para los peces y la calidad del agua, pero se sabe poco acerca de cómo estas condiciones afectarán a la concentración de dióxido de carbono y metano en el agua dulce.
El dióxido de carbono y el metano son las formas principales de carbono que pueden encontrarse en la atmósfera de la Tierra. Ambos gases son parcialmente responsables del efecto invernadero, un proceso que aumenta las temperaturas del aire a escala global. El metano es 34 veces más potente como gas de efecto invernadero que el dióxido de carbono, por lo que saber cómo los bajos niveles de oxígeno dentro de lagos, embalses y otros cuerpos de agua afectan tanto al dióxido de carbono como al metano podría ser de gran ayuda para intentar evitar sus repercusiones climáticas nocivas.
Hasta ahora, no se disponía de datos empíricos a escala de todo un ecosistema para determinar con suficiente seguridad cómo la disminución de oxígeno puede afectar a la abundancia de estos dos gases con efecto invernadero.
Un equipo que incluye a Alexandria Hounshell y Cayelan Carey, ambas del Instituto Politécnico de Virginia (Virginia Tech) en Estados Unidos, ha llevado a cabo una investigación cuyos resultados indican, entre otras cosas, que los bajos niveles de oxígeno son capaces de incrementar las concentraciones de metano entre 15 y 800 veces en todo un ecosistema.
A la luz del nuevo estudio, todo apunta a que los bajos niveles de oxígeno en las aguas del fondo de lagos y embalses probablemente aumentarán el potencial de calentamiento global de estos ecosistemas en aproximadamente un orden de magnitud.
Este estudio sugiere también que evitar que los lagos experimenten bajas concentraciones de oxígeno podría evitar con mejores garantías que lleguen a un punto crítico más allá del cual serán grandes productores de metano. Acciones modestas pueden ser de gran ayuda para lograr impedirlo; por ejemplo, evitar un uso excesivo de fertilizantes y de otras sustancias químicas capaces de promover una disminución de oxígeno cuando llegan a lagos y a otros cuerpos de agua arrastrados por la escorrentía.
Fuente:
Diciembre, 2020