Falta de agua y saneamiento cobra 1,4 millones de vidas al año

“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar”

El Medio Ambiente

Un niño refugiado rohinyá lleva agua a su campamento en Cox´s Bazar, Bangladesh. La falta de acceso al agua potable, al saneamiento y a la higiene castiga principalmente a comunidades de África y el sudeste de Asia, e incluso a países de altos ingresos con un manejo deficiente o discriminatorio de esos servicios. Imagen: Patrick Brown / Unicef

GINEBRA – La mitad de los 8000 millones de habitantes del planeta aún carece de acceso adecuado a agua potable, saneamiento e higiene, lo cual causa anualmente 1,4 millones de muertes que pudieron ser evitables, indicó un nuevo estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Más de las tres cuartas partes de todas las muertes atribuibles a las carencias de esos servicios esenciales (agrupados bajo el acrónimo inglés Wash) se registran en África y Asia sudoriental, con 510 000 y 593 000 decesos, respectivamente, en comparación con 33 000 muertes en la región europea.

Las enfermedades diarreicas representaron la mayor parte de la carga atribuible a Wash, con más de un millón de muertes, y el segundo mayor contribuyente fueron las infecciones respiratorias agudas por higiene de manos inadecuada, que se vinculó con 356 000 fallecimientos.

Aunque 89 % de las muertes se produjeron en países de ingresos bajos y medianos bajos, también los de altos ingresos están en riesgo, ya que 18 % de su carga de enfermedades diarreicas podría prevenirse con mejores prácticas de higiene de manos.

Entre los niños menores de cinco años, Wash inseguro fue responsable de 395 000 decesos, lo que representa 7,6 % de todas las muertes en este grupo de edad, lo que incluyó 273 000 muertes por diarrea y 112 000 muertes por infecciones respiratorias agudas.

Esas enfermedades son las dos principales causas infecciosas de muerte de niños menores de cinco años en todo el mundo.

El informe, una actualización del estudio de 2019 “Carga de morbilidad atribuible al agua potable, el saneamiento y la higiene inseguros”, advierte que sus cifras estiman cuatro resultados de salud para los cuales había datos disponibles para cuantificar el impacto, pero es probable que la verdadera carga sea mucho mayor.

María Neira, directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, dijo al presentar el informe que “hemos visto mejoras en los niveles de servicio de Wash en los últimos 10 años, pero el progreso es desigual e insuficiente”.

“Con los crecientes riesgos para la salud relacionados con Wash que ya se observan hoy en día a través de conflictos, la aparición de resistencia a los antimicrobianos, el resurgimiento de focos de cólera y las amenazas a largo plazo del cambio climático, el imperativo de invertir es más fuerte que nunca”, expuso Neira.

La OMS sostiene que los impactos del Wash inseguro en la salud son amplios y van más allá de la enfermedad, al afectar el bienestar social y mental.

Además, es probable que el cambio climático exacerbe muchas enfermedades y riesgos relacionados, que no se capturan completamente en las estimaciones actuales.

Para reducir la carga de morbilidad atribuible a Wash, la OMS insta a los gobiernos a tomar medidas con apoyo de los organismos de las Naciones Unidas, los socios multilaterales, el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil.

En primer lugar, acelerar radicalmente la acción para hacer que Wash seguro sea una realidad para todos, conforme se plantea en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

El ODS 6, Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos, tiene como meta 6.1 lograr hacia 2030 el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos.

Como meta 6.2 figura lograr el acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados y equitativos para todos y poner fin a la defecación al aire libre, lo que todavía es una práctica para más de 800 millones de personas.

La OMS subraya la necesidad de centrar los esfuerzos en los más pobres y desfavorecidos, pues la carga de la enfermedad se debe en gran medida al acceso inadecuado en los países de ingresos bajos y medianos, y las estimaciones nacionales sobre el acceso a Wash a menudo ocultan disparidades dentro de los países.

El acceso a los servicios Wash suele ser menor entre las poblaciones rurales y los grupos socioeconómicos más bajos. Incluso en países de altos ingresos, donde el acceso a servicios seguros de agua potable y saneamiento es generalmente alto, ciertas comunidades marginadas están desatendidas y enfrentan mayores riesgos.

Finalmente, se recomienda adaptar los sistemas nacionales de vigilancia para mejorar los datos sobre la exposición de la población a servicios gestionados de forma segura, pues los datos sobre niveles más altos de servicios Wash siguen siendo escasos en muchos países.

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Julio, 2023

El Medio Ambiente