Fracking y salinidad del agua circundante

“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar”

Recurso Hídrico y Contaminación

La explotación de petróleo y gas mediante fracking puede dar lugar a aguas superficiales ligeramente saladas. (Ilustración: Amazings / NCYT)

La explotación de petróleo y gas mediante fracking puede dar lugar a aguas superficiales ligeramente saladas. (Ilustración: Amazings / NCYT)

El fracking o fracturación hidráulica es un método utilizado para extraer petróleo y gas de formaciones pétreas que por los medios tradicionales resultarían inextraíbles. El fracking  implica inyectar en el subsuelo grandes cantidades de agua con ciertos aditivos químicos.

El fracking se ha convertido en los últimos años en una importante técnica para acceder a ciertos yacimientos de combustibles fósiles. Sin embargo, los efectos ambientales de estas prácticas, incluido su impacto en la calidad del agua, todavía no se conocen por completo.

El fracking da lugar a aumentos pequeños pero detectables en las concentraciones de sal en las aguas superficiales circundantes, según una nueva evaluación de los efectos de esta clase de explotación de petróleo y gas sobre la calidad del agua en cuencas hidrográficas de Estados Unidos.

Esta evaluación la ha llevado a cabo un equipo internacional integrado por Pietro Bonetti, de la Universidad de Navarra en España, Christian Leuz, de la Universidad de Chicago en Estados Unidos, y Giovanna Michelon, de la Universidad de Bristol en el Reino Unido.

Aunque los hallazgos de este estudio indican que la magnitud de los efectos parece pequeña, justifican que se dediquen mayores esfuerzos para monitorizar la salinidad de las aguas cercanas a los pozos de extracción.

Pietro Bonetti y sus colegas combinaron una base de datos geocodificada de 46 479 pozos de fracking en 24 zonas de Estados Unidos con 60 783 mediciones de la calidad del agua superficial de las cuencas hidrográficas cercanas que abarcan un período de 11 años. Centrándose en las concentraciones de bromuro, cloruro, bario y estroncio (un conjunto de iones que se sabe que están asociados al fracking), Bonetti y sus colegas descubrieron pequeños aumentos en varios de los iones en las aguas superficiales, en especial de tres a seis meses después de que se instalaran pozos de fracking en las cercanías, lo que sugiere que la contaminación observada se debió al desarrollo de nuevos pozos de ese tipo.

El estudio se titula “Large-Sample Evidence on the Impact of Unconventional Oil and Gas Development on Surface Waters”. Y se ha publicado en la revista académica Science.

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Agosto, 2021

Recurso Hídrico y Contami