La fuente de la fuerza shuar es amenazada por una hidroeléctrica

“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar”

El Medio Ambiente

  • Chinki Nawech, participante de la beca de Mongabay Latam Miradas indígenas de la Amazonía ecuatoriana, muestra en este fotorreportaje cómo la construcción de la Hidrosantiago afectaría al río Santiago.

  • El desplazamiento y la desaparición de poblaciones, y el impacto al transporte fluvial por la posible disminución del caudal del río serían algunos de los daños.

El río Santiago, la principal arteria fluvial para los indígenas shuar, en Ecuador, y para los indígenas wampis, en Perú, está en peligro. Conocido como Kanus en la lengua shuar, esta fuente de agua que atraviesa la provincia de Morona Santiago, en el sur de la Amazonía ecuatoriana, y la provincia peruana de Condorcanqui, está amenazada hoy por la construcción de la Hidroeléctrica Santiago. Esta obra, con capacidad de generar 2400 megavatios, estará situada a dos kilómetros de la naciente del río, por lo que se teme que podría alterar su forma y acabar con la biodiversidad presente en el área.

El proyecto contempla la construcción de una presa que podría inundar los territorios de tres comunidades —Yukiankas, la Unión y el Corredor Méndez – Bella Unión— y que obligaría a su pobladores  a desplazarse.  El embalse, por otro lado, se extendería entre los cantones Tiwintza, Limón Indanza y Santiago de Méndez, de acuerdo con un informe de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec). Se teme, además, que los impactos se prolonguen río abajo y que alcancen a otras poblaciones, lo que podría provocar la reducción del caudal, problemas en el transporte, comercio, acceso a recursos pesqueros y la afectación a la cultura de otros pueblos indígenas. Este proyecto se planteó sin el consentimiento de los afectados, pues en Ecuador no hay herramientas efectivas de consulta previa, libre e informada.

Este es uno de los ríos menos estudiados en el país y la información que existe está dispersa en publicaciones de universidades y organizaciones no gubernamentales, de acuerdo con Fredy Nugra, ictiólogo asociado a la Universidad del Azuay y uno de los expertos que lideran el estudio del Santiago. Hasta el momento, se han registrado más de 50 especies de peces, dice el experto, principalmente en la parte alta de la cuenca del río Santiago. Pero solo en la cuenca baja, este número puede llegar a los 200, asegura.

Los habitantes de la zona reconocen que esta cuenca hidrográfica que alimenta el Amazonas es rica en flora, fauna y especies acuáticas. Además de todos los servicios que ofrece, tiene una importancia cultural. En las cascadas y cuevas que lo rodean, los shuar, por medio del ritual ancestral del tabaco o tsank, o por el consumo de la ayahuasca, conocida como natem, se conectan con su cultura, tienen visiones y adquieren la fuerza shuar.

En noviembre de 2023, el proyecto recibió la licencia ambiental. De acuerdo con Tarquino Cajamarca, ex Defensor del Pueblo de Morona Santiago, ese año también se aprobó el contrato para el estudio de factibilidad, pero este proceso está tardando debido al licenciamiento social, en el que los ejecutores deben obtener el visto bueno de las comunidades de influencia directa de la hidroeléctrica.

El río Santiago es muy importante para los shuar y los wampis, porque por su gran caudal es usado para el transporte fluvial. Los comuneros que dependen de este río temen que se afecte la comunicación fluvial y el comercio. Crédito: Chinki Nawech.

La pesca es una actividad diaria para los pobladores shuar. El río Santiago brinda la seguridad alimentaria para las familias ribereñas. Crédito: Chinki Nawech.

Árboles de laurel, remo, pambil, entre otros, crecen cerca del río. Las aves que habitan la zona se alimentan de ellos. Las maderas son usadas para la construcción y para las artesanías. A sus alrededores crecen plantas medicinales, como el bejuco kasua, que es cicatrizante. Crédito: Chinki Nawech.

Una familia de la comunidad San Vicente regresa a casa después de trabajar en su finca. Para ellos, el río es indispensable porque facilita el traslado a sus ajas o huertos. Crédito: Chinki Nawech.

Para los niños y las niñas, el río Santiago es un lugar de alegría y diversión. Muchos aprenden a nadar en las zonas calmas del río. Crédito: Chinki Nawech.

Las viviendas ubicadas río abajo del embalse perderían el acceso al agua, ya que el Santiago podría secarse. La pesca para la subsistencia también sería afectada. Crédito: Chinki Nawech.

Junto al río hay una gran diversidad de flores y frutos, de los que se alimentan las aves y otras especies que habitan a sus alrededores. Crédito: Chinki Nawech.

Tiwintza, un cantón con 6995 habitantes, es el centro poblado más comercial de la zona. Los agricultores de las comunidades circundantes viajan por el Santiago para comercializar en la cabecera cantonal plátano, yuca, maíz, artesanías, entre otros. Crédito: Chinki Nawech.

Hilario Sharian, sabio de la comunidad Sharian, cuenta que el río Santiago es sagrado, porque en sus aguas, cuevas y playas se toma ayahuasca, una medicina ancestral que permite ponerse en contacto con la fuerza del espíritu Arutam Tsunki. Crédito: Chinki Nawech.

Los shuar y los wampis comparten cultura, aunque a cada lado de la frontera son identificados con nombres diferentes. También comparten el Santiago, que sirve para mantener la comunicación de las familias transfronterizas. Crédito: Chinki Nawech.

Las cuevas y formaciones rocosas junto al río sirven para la anidación de golondrinas y otras especies de aves. Estos escenarios son uno de los atractivos para el turismo, que también sería afectado por la construcción de la hidroeléctrica. Crédito: Chinki Nawech.

Los ríos Zamora y Namangosa se juntan para crear el majestuoso río Santiago. A dos kilómetros de este punto, se construirá el embalse. Prácticamente todo el río, desde su nacimiento, será afectado. Crédito: Chinki Nawech.

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Enero, 2025