La ISS seguirá investigando el clima y el agua hasta el 2030

“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar”

Ciencia

La Estación Espacial Internacional (ISS o EEI) lleva en órbita más de 20 años

La NASA ha anunciado el compromiso de EEUU de seguir extendiendo las operaciones de la ISS hasta 2030 para colaborar con investigaciones en todos los campos de la ciencia, incluido el ambiental. A partir de ese año se cambiará hacia un modelo liderado por el sector privado

La primera misión y tripulación asignada específicamente para vivir y trabajar en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) fue lanzada en una nave espacial Soyuz el 31 de octubre del año 2000. Dos días más tarde, la ISS recibió a los primeros huéspedes y, desde entonces, ha permanecido habitada de manera continua.

Más de 20 años después, orbitando a 400 kilómetros de la Tierra y con un tamaño de 100 metros, continúa siendo el laboratorio orbital de referencia, donde se han llevado a cabo numerosos experimentos científicos para mejorar la vida en la Tierra y, de hecho, se espera que siga siendo así hasta el año 2030.

Así lo ha anunciado el administrador de la NASA, Bill Nelson, que ha puesto de relieve el compromiso de la Administración Biden de extender las operaciones de la Estación Espacial Internacional (ISS) hasta 2030, así como de trabajar con sus socios internacionales en Europa, Japón, Canadá y Rusia para “permitir la continuación de la investigación pionera que se está llevando a cabo en este laboratorio en órbita único durante el resto de esta década”.

“La Estación Espacial Internacional es un faro de colaboración científica internacional pacífica y durante más de 20 años ha generado enormes avances científicos, educativos y tecnológicos en beneficio de la humanidad. Me complace que la Administración Biden-Harris se haya comprometido a continuar con las operaciones de la estación hasta el 2030”, ha señalado el administrador de la NASA.

“La participación continua de Estados Unidos en la ISS mejorará la innovación y la competitividad, además de promover la investigación y la tecnología necesarias para enviar a la primera mujer y persona de color a la Luna en el marco del programa Artemis de la NASA y allanar el camino para el envío de la primera misión con humanos a Marte. A medida que más y más naciones están activas en el espacio”, ha añadido.

Una imagen de la ISS con la Tierra al fondo. | Foto: NASA

Dos décadas de actividad

Durante estos 20 años más de 240 personas de 19 países han visitado la Estación. Y se han realizado más de 230 paseos espaciales para su montaje, mantenimiento y mejoras. Más de 3.000 investigaciones científicas han tenido lugar a bordo de la estación en todas las categorías de la ciencia, biología, biotecnología, ciencias de la Tierra y ciencias físicas.

Del mismo modo, los instrumentos a bordo de la ISS, utilizados en conjunto con instrumentos de vuelo libre en otras órbitas, han ayudado a mejorar nuestra comprensión del cambio climático, analizando aspectos tan importantes como las sequías o la interacción del carbono con el clima. “El funcionamiento de estos y otros instrumentos relacionados con el clima hasta el final de la década aumentará en gran medida nuestra comprensión del ciclo climático”, afirma Bill Nelson.

A partir del año 2030, la NASA pretende transformar por completo la estrategia espacialinvitando a socios privados para que lideren el camino y permitir así una economía robusta en la órbita terrestre baja a través del proyecto Commercial LEO Destinations (CLD), por lo que la extensión de la cooperación debe tomarse, han comentado, como un camino de “transición”.

“Al igual que con los programas de tripulación y carga comercial de la NASA, un objetivo importante de la estrategia es fomentar el desarrollo de nuevas capacidades industriales, permitiendo a los socios vender servicios futuros a todos los clientes, no solo a la NASA. Para hacer eso, las empresas pueden fomentar enfoques no tradicionales para soluciones comerciales innovadoras y rentables”, han señalado.

Asimismo, la estrategia es reducir el gasto de la NASA en la ISS, lo que permitirá a la agencia concentrarse en sus misiones Artemis a la Luna y a Marte mientras continúa utilizando la órbita terrestre baja como campo de entrenamiento y prueba para esas misiones en el espacio profundo.

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Febrero, 2022

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