Los ansiolíticos que acaban en los ríos están volviendo más atrevidos a los salmones

“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar”

El Medio Ambiente

El gran consumo de ansiolíticos en los humanos está cambiando el comportamiento de los salmones.

Empecemos por el principio. Los salmones nacen en los ríos e inician en la juventud su camino al mar: un peligroso viaje en el que se mueven en bancos para defenderse de otros depredadores. Tras años en aguas saladas regresan al río al que nacieron para aparearse y morir.

¿Y qué tiene eso que ver con los ansiolíticos? Enormes cantidades de medicamentos acaban en los ríos de todo el mundo y ahora un estudio ha comprobado que vuelven a los salmones más atrevidos y elevan sus probabilidades de sobrevivir en su camino al océano.

En un experimento se ha comprobado que los que consumen ansiolíticos se mueven menos en grupo, pasan antes las turbinas de las presas y no temen a otros peces.

Y no es bueno… El equilibrio ecológico de una especie y con las que interacciona se ha fraguado durante miles de años y cualquier cambio en su comportamiento natural puede alterar el ecosistema.

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Mayo, 2025