Seis tendencias que marcan la necesaria planificación hídrica mundial

“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar”

Infraestructura Hídrica

(Imagen: Idrica)

  • La monitorización y gestión eficiente de acuíferos, aumentar la eficiencia de los sistemas de distribución, el reúso del agua, el uso de recursos no convencionales, los sistemas de información para alertas de episodios extremos y para el ciudadano, principales soluciones, según Idrica.

  • La tecnología, base para atender la gestión ineficiente de los recursos hídricos que se da en muchos países.

La crisis del agua ya es considerada por el Foro Económico Mundial como una de las principales amenazas para el planeta. No se debe permitir, por ejemplo, perder hasta 350 billones de litros de agua dulce al día solo en fugas de redes de abastecimiento. La presión sobre este recurso no hace más que aumentar: la ONU señala que se espera que la demanda del agua crezca hasta un 55% en 2050. Además, señala que el 40% de la población mundial (3.900 millones de personas) sufrirá estrés hídrico.

El citado informe pone el foco en la gestión ineficiente de los recursos hídricos que se da en muchos países, siendo uno de los principales impulsores de “la degradación ambiental, incluyendo el agotamiento de los acuíferos, la reducción de los flujos fluviales, la degradación de los hábitats de vida silvestre y la contaminación”.

La planificación hídrica, entendida como el instrumento fundamental para la correcta regulación y asignación de los recursos hídricos disponibles, adquiere un mayor protagonismo, junto a nuevas soluciones tecnológicas, para atender estos desafíos, según Idrica. El Banco Mundial aboga por el uso de la tecnología de cara a reforzar la seguridad hídrica, señalando como algo imprescindible el explorar inversiones en tecnologías innovadoras para mejorar la productividad, conservar y proteger los recursos, y ya señala como tecnología en auge los sistemas de información para la monitorización de recursos. 

Seis tendencias de la planificación hídrica

La demografía, la población o el cambio climático están motivando que, cada vez más, se estén implementando acciones que permitan un consumo más sostenible de los recursos hídricos. En este sentido, Idrica destaca seis líneas de trabajo que ya marcan la gestión eficiente de los recursos hídricos a través de la planificación hídrica adecuada:

  • Monitorización y gestión eficiente de acuíferos. Tal y como señala la UNESCO, las aguas subterráneas suponen el 99% de la totalidad del agua dulce en estado líquido. De estas, el 25% del agua que se extrae se destina al riego, mientras que la mitad del agua destinada a uso doméstico también es de origen subterráneo.

Los acuíferos son un recurso clave por el que se está apostando en la actualidad en muchos lugares del mundo, aunque su creciente presión los sitúa en riesgo de sobreexplotación. Además, en muchos casos se constata un insuficiente conocimiento de los recursos disponibles, y una notoria falta de redes de control.

“Una gestión sostenible y eficiente de los mismos requiere disponer de sistemas de monitorización y control basados en extensas redes de sensorización”,apunta Miren Aldecoa, Operations PMO de Idrica. Estas, proporcionan información en tiempo real de los niveles y parámetros de calidad más importantes de las masas de agua, permitiendo, además, su integración con los sistemas de control de aguas superficiales, en aquellos casos en los que se realice una gestión conjunta de ambos tipos de recursos.

  • Aumento de la eficiencia de los sistemas de distribución. Según Idrica, esta puede ser una palanca efectiva que permitirá cumplir el resto de los objetivos buscados: contar con sistemas de distribución con mejores rendimientos redundará en una mayor disponibilidad del recurso, aumentando la seguridad hídrica y que este sea más accesible, reduciendo los costes de distribución y tratamiento de los caudales servidos.

  • Reúso. En un mundo con recursos hídricos decrecientes, se ha de girar la vista hacia las posibilidades de reúso del agua como alternativa. Las ventajas de este enfoque son innegables: valorizar los procesos de saneamiento y depuración del agua (potenciar la economía circular en el ciclo integral del agua), disminuir la huella hídrica y de carbono de muchas de las actividades, y mejorar la seguridad hídrica de aquellos consumos donde sea viable el empleo de recursos reciclados. “Aquí el desafío es doble, asegurar la disponibilidad del recurso y la calidad de este: cantidad y calidad del efluente a reusar”, incide Miren Aldecoa.

  • Uso de recursos no convencionales. Sin duda, el uso de recursos no convencionales se ha convertido en una tendencia necesaria en la planificación hídrica, donde, por su importancia, destaca la desalación.

Su gran hándicap: los altos costes de implantación y operación pueden mitigarse mediante el empleo, una vez más, de la tecnología. “Acompañando a las mejoras técnicas en los procesos en los últimos el empleo de técnicas de machine learning y de gemelos digitales en las plantas, combinados con sistemas automáticos o de apoyo a la operación, aplicados al ingente flujo de datos de las plantas en operación, ofrece grandes posibilidades”, señala la experta de Idrica.

  • Sistemas de información para pronósticos y alertas hidrometeorológicos. La gestión frente a episodios extremos, como las sequías e inundaciones, es una parte fundamental de los procesos de planificación hídrica. “El empleo eficaz de la información disponible, tanto histórica como en tiempo real, y su análisis, empleando técnicas de análisis hidrológico clásico, enfoques basados en el empleo de herramientas de data science, o una combinación de ambos, es clave para mejorar la toma de decisiones en entornos desafiantes para así conservar y proteger los recursos” señalan desde Idrica.

  • Sistemas de información al ciudadano. Gracias a los avances tecnológicos es posible acceder a herramientas que faciliten información directa a los usuarios de manera ágil y directa. Disponer de datos referentes a sus consumos y ahorros obtenidos por la aplicación de medidas específicas como la gamificación, junto a información básica de los recursos disponibles (niveles de embalses, etc.), puede ser una herramienta complementaria a las medidas de planificación más tradicionales.

Esta tendencia forma parte del análisis sobre la transformación de la gestión hídrica que Idrica recoge en su último informe “Water Technology Trends 2023: el impacto de la innovación en el sector del agua”, junto a los sistemas de alerta temprana, la seguridad, la reutilización del agua, y la automatización y optimización de los procesos.

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Junio, 2023

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