Trump promete acelerar aprobaciones ambientales a empresas que inviertan más de mil MDD en USA

“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar”

El Medio Ambiente

En un giro que amenaza las metas ambientales globales, Donald Trump prometió acelerar aprobaciones regulatorias para empresas que inviertan más de mil millones de dólares en Estados Unidos. Este anuncio, publicado en su cuenta de Truth Social, incluye la promesa de «aprobaciones completamente expeditas, incluidas, entre otras, todas las aprobaciones ambientales». 

Aunque no se han detallado los mecanismos para implementar estas medidas, el enfoque de Trump sugiere una posible flexibilización de regulaciones que podrían permitir a las empresas operar sin restricciones significativas.

Por otra parte, el historial de Trump en materia ambiental, que incluye la derogación de más de 100 regulaciones durante su primer mandato, apunta a un claro favorecimiento hacia la industria de combustibles fósiles en detrimento de la sostenibilidad y la salud pública.

Una política que prioriza la industria sobre el medio ambiente

La propuesta de Trump, que se centra en agilizar las aprobaciones ambientales en USA, ha generado preocupación entre expertos ambientales, legisladores y científicos, quienes advierten sobre los riesgos de debilitar los procesos de evaluación ambiental. Estas evaluaciones, reguladas por la Ley de Política Ambiental Nacional, son esenciales para proteger la calidad del aire, el agua y la biodiversidad.

Durante su primer mandato, Trump revirtió regulaciones clave como la Clean Water Rule y retiró a Estados Unidos del Acuerdo Climático de París. Este patrón sugiere que su enfoque hacia las inversiones millonarias no busca equilibrar desarrollo económico con responsabilidad ambiental, sino favorecer exclusivamente a las industrias, entre ellas a las de los combustibles fósiles, a las cuales ha mostrado su apoyo repetidamente.

El problema radica en que las regulaciones ambientales no son simples trámites burocráticos diseñados para retrasar el progreso, sino salvaguardas que protegen a la ciudadanía de productos nocivos o procesos industriales que generan contaminación y ponen en riesgo la salud. Ignorar estas normativas y dar prioridad a la producción sobre la seguridad pública y el bienestar ambiental refleja una irresponsabilidad que podría tener consecuencias devastadoras para las comunidades y el entorno. Este enfoque no solo debilita los esfuerzos por un desarrollo sostenible, sino que también perpetúa un sistema en el que las ganancias corporativas pesan más que el bienestar social.

Un retroceso “horrible”…

La eliminación de evaluaciones ambientales pone en riesgo no solo el medio ambiente, sino también la salud de las comunidades cercanas a los proyectos industriales. Las evaluaciones reguladas por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) protegen contra contaminantes peligrosos en el aire y el agua, elementos esenciales para la salud pública. Sin estos controles, proyectos mal planificados podrían incrementar enfermedades respiratorias y contaminaciones masivas, afectando desproporcionadamente a comunidades vulnerables.

No obstante, Trump ha atacado reiteradamente a la EPA, organismo responsable de garantizar el cumplimiento de las normativas ambientales. Si bien el candidato de Trump para secretario de Energía, Chris Wright, ha propuesto un enfoque que incluye energías renovables, este se enmarca dentro de una política más amplia que prioriza combustibles fósiles. La posible derogación de leyes como la Ley de Reducción de la Inflación, diseñada para reducir emisiones de gases de efecto invernadero, podría exacerbar la crisis climática.

Trump ha mostrado poco interés en garantizar que los beneficios económicos de sus políticas no vengan acompañados de costos sociales o ambientales. Durante su campaña, utilizó frases como «perfora, nena, perfora» para reafirmar su apoyo a la industria de combustibles fósiles, reforzando la percepción de que sus políticas favorecen ganancias corporativas sobre el bienestar colectivo. Como destacó Andrew Rosenberg, exfuncionario de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, las políticas de Trump representan un retroceso «horrible» en la protección de la salud y la seguridad públicas.

Amenaza al liderazgo climático de Estados Unidos

Con su promesa de acelerar aprobaciones ambientales, Trump refuerza su imagen como un negacionista climático y cuestiona décadas de progreso en materia de sostenibilidad. La decisión de favorecer intereses económicos inmediatos sobre los compromisos climáticos internacionales podría tener consecuencias devastadoras a largo plazo. Según Anand Gopal, director ejecutivo de Energy Innovation, estas acciones pondrían al mundo «muy lejos de donde necesita estar» en los objetivos de calentamiento global.

Esta postura también debilita el liderazgo de Estados Unidos en iniciativas climáticas internacionales. Durante su primer mandato, el país perdió credibilidad al abandonar el Acuerdo de París, y una repetición de estas políticas podría minar aún más los esfuerzos globales para combatir el cambio climático. Las acciones de Trump podrían inspirar a otras naciones a relajar sus propios estándares ambientales, creando un efecto dominó perjudicial para el planeta.

Estas políticas, disfrazadas de incentivos para el desarrollo, generan desigualdades al exponer a las poblaciones vulnerables a riesgos ambientales y económicos desproporcionados. Así, el enfoque de Trump no solo pone en riesgo el medio ambiente, sino que también perpetúa una injusticia ambiental y social que podría amplificarse a nivel global.

Un futuro incierto para la sostenibilidad

Las promesas de Trump de acelerar aprobaciones ambientales en USA representan un desafío significativo para los avances logrados en sostenibilidad y protección ambiental. Si estas políticas entran en vigor, podrían fortalecer industrias contaminantes mientras socavan los derechos ambientales y la salud pública.

Es crucial que tanto legisladores como la sociedad civil mantengan la vigilancia ante estas propuestas, exigiendo que el desarrollo económico no se logre a costa de la integridad ambiental y el bienestar de las comunidades. Solo a través de un equilibrio entre crecimiento y sostenibilidad podrá enfrentarse eficazmente la crisis climática global, preservando tanto la prosperidad económica como la salud del planeta para las generaciones futuras.

Fuente:

 
 

Diciembre, 2024

El Medio AmbienteRoberto E de la Ossa