Sostenibilidad y eficiencia del sector del agua: retos y oportunidades

"Para que nuestros ríos lleguen sanos al amor"

Sostenibilidad

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La integración de sistemas de control y automatización en plantas de tratamiento reducen el consumo energético.

Se prevé que en 2030 nos enfrentaremos a un déficit mundial del 40% de agua en un escenario climático idéntico o incluso peor al actual. Si miramos a más largo plazo, según la Agencia Internacional de la Energía, en 2050 el consumo energético mundial aumentará hasta un 50% debido a la urbanización, la industrialización y la digitalización. Desde el sector del agua debemos dar respuesta a esta realidad de forma imperante para lograr ser más eficientes y sostenibles.  

Nuestro sector consume el 4% de la electricidad a nivel mundial, nos encontramos además con infraestructuras que fueron diseñadas para dar respuesta en los escenarios más desfavorables, y no siempre operan en su punto óptimo de eficiencia. Si nos fijamos en uno de sus mayores costes operativos, la electricidad, el potencial de ahorro es muy significativo. Reduciendo el gasto energético conseguiremos mayores sinergias: ahorraremos parte del capital invertido para reutilizarlo en la mejora de las infraestructuras.

Los Contratos de Rendimiento Energético permiten generar ahorros suficientes para pagar la inversión

En paralelo, cada vez son más las empresas que afrontan presiones financieras y sociales que les obligan a introducir operaciones sostenibles de agua en su negocio. Organizaciones como Carbon Disclosure Project (CDP) o el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) están exigiendo a las compañías demostrar la administración corporativa del agua y promueven el empleo responsable de los recursos hídricos.

El sector tiene un doble reto ante el cambio climático. Por un lado, ser en sí mismo más eficiente reduciendo sus consumos energéticos y priorizando el uso de energías limpias, contribuyendo a la reducción de emisiones. Y, por el otro, incentivar un uso más eficiente del agua tanto en el sector agrícola, actual consumidor del 70% del agua a nivel mundial; como en el ciclo urbano del agua con campañas de concienciación a la ciudadanía o gestión de fugas entre otros.

La industria del agua ante el cambio climático

El sector tiene un doble reto ante el cambio climático: reducir sus consumos energéticos e incentivar un uso del agua más sostenible

Desde la perspectiva de la gestión del ciclo del agua, podemos realizar distintas acciones que ayuden a afrontar el cambio climático emitiendo menos CO₂ y siendo más eficientes. Para empezar, es importante hacer foco en uno de los mayores costes operativos de la industria del agua: el consumo energético. En una planta de tratamiento de aguas residuales, el 34% del gasto operativo va directo al consumo eléctrico, porcentaje que aumenta hasta el 57% en el caso de una desaladora de ósmosis inversa. Lograr reducir este número es clave para poder liberar capital que sirva para reinvertir en la infraestructura y mejorarla.

En el caso de España, ¿es posible reducir el consumo energético de la industria del agua sin una mayor inversión gubernamental? Tan sólo es necesario fijarnos en el modelo estadounidense para que ver sí existe una alternativa al financiamiento público que está funcionando satisfactoriamente: los Contratos de Rendimiento Energético(ESPC - Energy Services Performance Contracts). El denominado modelo ESPC permite realizar proyectos de mejora energética en los que los ahorros generados son suficientes para pagar la inversión necesaria y, además, están asegurados por la empresa de Servicios Energéticos.

Un buen ejemplo del potencial de esta forma contractual lo encontramos en la ciudad de Lakeland (Florida), donde la firma del contrato por 20 años de garantía de ahorros que se realizó con Schneider Electric proporcionó a la localidad la reducción del 41% del consumo de la energía en sus instalaciones de tratamiento de aguas residuales, produciendo así 14 millones de dólares de ahorro que podrán destinar a otros fines.

Distribución del consumo eléctrico en el sector del agua

La solución aplicada en Lakeland combina nuevas tecnologías y un conjunto de mejoras de procesos con un programa de mantenimiento diferido que permite monitorizar la actividad de la instalación en tiempo real y utilizar los datos de forma predictivagracias a la plataforma EcoStruxure de Schneider Electric. La conectividad permite que el funcionamiento de la infraestructura sea transparente y extraer datos que, una vez procesados, se traducirán en áreas de eficiencia y ahorro energético.

El primer reto de las empresas de aguas es, pues, lograr un grado de inteligencia y conectividad de sus instalaciones que permita la reducción de costes operacionalesy facilite el ahorro energético. Gracias al establecimiento de unos indicadores de rendimiento vinculados al ahorro energético podremos generar un flujo económico que, a su vez, podrá ser reinvertido en otras partidas.

Otro buen ejemplo de ahorro tanto energético como financiero lo encontramos en la ciudad de Denison (Texas), donde se firmó un Contrato de Rendimiento Energético a 15 años que aseguró a la localidad el ahorro de 340.000 dólares anuales. Denison confió en Schneider Electric para realizar varias mejoras en la planta de tratamiento de aguas residuales, así como la instalación de un nuevo sistema de software de gestión energética que monitoriza en tiempo real el consumo de energía en 11 edificios de la ciudad. Este sistema permite un control centralizadoaccesoremoto, y una programación de los trabajos de campo más eficiente.

 FUENTE: 

IAGUA

IAGUA

ABRIL 2018

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