El río Bita se convierte en el undécimo humedal Ramsar de Colombia
"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"
Humedales y Manglares
Foto de portada: Ministerio de Ambiente de Colombia
Con esta designación se están amparando 824 535 hectáreas en la Orinoquía. Es el primer río de Colombia donde se protege toda su cuenca.
Ya son 11 los humedales Ramsar en el país. Hasta el momento 1 994 385 hectáreas se encuentran bajo esta categoría de protección internacional. El objetivo del actual gobierno es llegar a 12 humedales y superar la meta de 2 millones de hectáreas protegidas.
Hace aproximadamente mes y medio el Gobierno colombiano declaró al complejo Cenagoso de Zapatosa como el décimo humedal Ramsar en Colombia. Con ese anuncio el país completó 1 169 849 hectáreas con esta figura ambiental y el presidente Juan Manuel Santos dijo que su gobierno seguiría trabajando en la designación de nuevos humedales dentro de esta categoría, con el objetivo de ampliar las áreas de protección de estos ecosistemas.
El pasado 5 de junio, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, el ministro de la cartera medioambiental, Luis Gilberto Murillo, dio a conocer que el complejo de humedales del río Bita, en el departamento de Vichada (Orinoquía colombiana), será el humedal Ramsar número 11. Lo único que hace falta es la firma del presidente Santos, la cual se espera que ocurra la próxima semana.
“Teníamos la meta de lograr 10 humedales en la categoría Ramsar y la superamos. Con la designación del complejo de humedales del río Bita ya son 11 en el país. Seguiremos protegiendo el agua de los colombianos”, dijo el presidente. Por su parte, el ministro Murillo aseguró que la meta es llegar a 12 humedales con esta figura de conservación para alcanzar más de 2 millones de hectáreas protegidas.
Con la declaración del complejo de humedales del río Bita como humedal Ramsar se están protegiendo 824 535 hectáreas.
Foto: Ministerio de Ambiente de Colombia.
El ministro Murillo también aseguró que este logro es producto del trabajo que desde hace varios años viene realizando un grupo de organizaciones, instituciones del gobierno e institutos de investigación como el Humboldt. “Han venido trabajando en estudios que ya hoy están listos y nos permitieron concretar la designación de estas 824 535 hectáreas dentro de la categoría de humedal Ramsar. Este es el río de la vida porque es uno de los ecosistemas mejor conservados en el país. Tiene un nivel de conservación del 95 % ”.
Para José Saulo Usma, coordinador del programa Agua Dulce de WWF Colombia, esta declaratoria es de gran importancia que tiene para la biodiversidad del país y para el desarrollo socioeconómico de la región ya que “es el primer río donde se protege toda su cuenca a través de esta figura de conservación y uso sostenible”.
Así es el río Bita
El Bita nace en las sabanas de la Orinoquia, conserva el 95 % de su cobertura natural y mantiene una representativa variedad de ecosistemas y especies de flora y fauna de gran importancia para el mantenimiento de sus condiciones ecológicas. Cuenta con una gran biodiversidad, ya que contiene cerca de 424 plantas vasculares y 254 especies de peces.
Es un río que mantiene una integridad ecológica prácticamente primitiva. Su cuenca se caracteriza por ser una zona rica en lagunas, morichales y contar con un largo y espeso bosque. Además, es alimentado por más de 5000 quebradas y pequeños cauces que también nacen en la cuenca y que al confluir conforman el Bita. Desde su nacimiento en el municipio de La Primavera (Vichada), el río recorre 710 kilómetros de distancia hasta su desembocadura en el río Orinoco.
Atardecer en el río Bita, departamento del Vichada. Foto: Ministerio de Ambiente de Colombia.
La cuenca del río Bita es una fuente de agua para el consumo humano como también para la ganadería y la agricultura, actividades que constituyen el soporte del desarrollo socioeconómico de la zona. El río soporta las actividades productivas de los municipios de La Primavera y Puerto Carreño, lo que lo convierte en uno de los afluentes más importantes del departamento de Vichada. Adicionalmente, sus sistemas hídricos no solo se catalogan con un valor económico y ecológico debido a su oferta ambiental, sino también cultural, dada la importancia de las dinámicas socioecológicas propias que se han gestado en la región.
Con la designación del Complejo de Humedales del río Bita como humedal Ramsar, Colombia completa una extensión de 1 994 385 hectáreas bajo esta categoría de protección internacional.
Un trabajo largo y arduo
La designación del río Bita y su complejo de humedales en la categoría Ramsar es el resultado de un trabajo conjunto entre el Ministerio de Ambiente, la Fundación Omacha, el Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF), el Instituto Humboldt, la Gobernación del Vichada, la Alcaldía de Puerto Carreño, la Armada Nacional, Parques Nacionales Naturales de Colombia, Corporinoquia, la Fundación Orinoquía, la Corporación Ambiental La Pedregoza y la comunidad que habita en la zona.
En el 2014, luego de una expedición del Instituto Humboldt por el río Meta donde se evidenció el buen estado de conservación de la cuenca del río Bita, se creó la Alianza por el Bita entre varias de las organizaciones ya mencionadas. Después de esto surgió el proyecto ‘Bita, río protegido’, el cual tenía como objetivos conocer las dinámicas presentes en la cuenca desde los grupos sociales, la biodiversidad y los ecosistemas que lo componen; identificar los intereses económicos y las diferentes perspectivas de futuro para la región, que permitieran proponer alternativas locales de desarrollo sostenible con acciones encaminadas a preservar la buena salud del río; el uso adecuado de los recursos y el fortalecimiento de la gobernanza.
Habitante de la región pesca a orillas del río Bita. Foto: Ministerio de Ambiente de Colombia.
Durante la expedición que se realizó en la cuenca del río, los científicos dieron cuenta del valor ecológico del área:
Recolectaron 1474 ejemplares de plantas, pertenecientes a 103 familias, 278 géneros y 424 especies.
Hallaron esponjas de agua dulce de las especies Drulia uruguayensis y Metania reticulata, desconocidas para la naturaleza acuática de la región hasta ese momento. Fueron los primeros registros para el país y la Orinoquía colombiana.
Se hicieron 160 nuevos registros de peces para la cuenca, 22 son especies migratorias y 4 son endémicas para Colombia: la raya (Paratrygon sp.), microcarácido (Melanocharacidium pectorale), la payara (Hydrolycus tatauaia) y el corroncho (Acestridium colombiensis). Además, se registraron 98 especies con valor ornamental y 24 de consumo.
Se resaltó la presencia de tortugas: morrocoy (Chelonoidis carbonaria), cabezona (Peltocephalus dumerilianus), guachupe (Kinosternon scorpioides) y matamata (Chelus fimbriatus).
Se reportaron 19 especies de anfibios y 38 de reptiles.
Entre los cocodrilos se identificaron dos: cachirre (Paleosuchus trigonatus) y la emblemática babilla (Caiman crocodilus).
JUNIO 2018