La gestión de los recursos hídricos: un factor en la crisis humanitaria de Venezuela
"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"
Acceso al Recurso Hídrico
Vertedero Hidráulico del Embalse Vista Alegre (Anz) de Venezuela.
Venezuela acapara titulares a nivel internacional por las graves dificultades políticas, sociales y económicas que han generado una crisis humanitaria sin precedentes en América Latina. Pero a todo esto debemos sumarle crecientes obstáculos en el acceso al agua, lo que agrega una nueva dimensión en esta crisis. Este artículo surge de mi experiencia de 8 años como profesional en recursos hídricos y cuencas hidrográficas en el Ministerio del Ambiente de Venezuela y de la necesidad imperiosa de dar a conocer la realidad del país tratando de romper el cerco mediático y falta de información oficial sobre el tema.
Paradójicamente Venezuela es un país rico en recursos hídricos, cuenta con alrededor de 90 cuencas hidrográficas, que a partir del año 2007 con la entrada en vigencia de la Ley de Aguas fueron clasificadas y catalogadas en 16 regiones hidrográficas, como un primer acercamiento a la modernización del ordenamiento de cuencas de acuerdo a los modelos de gestión que se vienen aplicando en la mayoría de países del mundo. El potencial hídrico superficial supera 1 millón de millones (1.000.000.000.000) de mᶟ/año y más de 8 mil millones (8.000.000.000) de mᶟ/año en potencial hídrico subterráneo, siendo uno de los países con mayores reservas de agua dulce del mundo.
En este punto es preciso recordar que las cuencas hidrográficas son la unidad territorial para la gestión de los recursos hídricos, estas son áreas con limites topográficos definidos donde las precipitaciones una vez caen al suelo son conducidas de manera superficial y subsuperficial por una red de drenaje que tiene un punto de descarga común como un rio o un lago, dando lugar a una interacción entre el agua y factores naturales de la cuenca como la vegetación, el terreno, el clima y también factores de origen antrópico como la agricultura, las ciudades, la industria y la sociedad en general. Es así como una gestión deficiente del ambiente y de las actividades socioeconómicas tendrá efecto dómino en los recursos hídricos. En Venezuela las cuencas hidrográficas tienen 4 principales enemigos, estos son: 1). Las descargas de aguas residuales de las cuales más de un 90% son vertidas directamente en los ríos y lagos sin ningún tipo de tratamiento, con serias implicaciones para la ecología y para la salud de los usuarios dentro de los cuales se incluyen grandes ciudades. 2). La deforestación en Venezuela es muy difícil de precisar por la falta de información oficial y por la confiablidad de los datos, como consecuencia de la poca eficiencia y falta de celeridad con que son llevadas las autorizaciones para afectación de vegetación y la creciente corrupción dentro de los organismos encargados de vigilancia y control ambiental, se estima que la deforestación en Venezuela es una de las más altas de América Latina, con un impacto muy negativo en los suelos del país por el incremento de la erosión y el arrastre de sedimentos en los cuerpos de agua que cada año se eleva, por lo que se han presentado situaciones donde algunas plantas potabilizadoras no pueden procesar el agua por la alta concentración de partículas suspendidas. 3). Los accidentes industriales tienen una gran afectación, específicamente los derrames de petróleo que en los últimos años se presentan con mayor frecuencia por la falta de mantenimiento de los oleoductos y pozos de PDVSA que en muchos casos han cumplido con su vida útil y se mantienen en operación, a esto se suman los retrasos en los saneamientos de los derrames por falta de presupuesto y recursos. 4). La minería ilegal al sur del Río Orinoco no es algo nuevo, en esa zona existe uno de los mayores ecocidios en la historia del país ante la mirada cómplice de las autoridades, en los últimos años se observa un incremento significativo de minas ilegales acompañadas de una real tragedia social donde grupos al margen de la ley han tomado extensos territorios para la explotación minera del oro y otros minerales mediante prácticas destructivas y contaminantes del ambiente. La cuenca hidrográfica del Río Orinoco constituye la mas importante fuente de agua para Venezuela de cara al futuro en vista del potencial de aprovechamiento para actividades económicas no extractivas que podrían favorecer la recuperación económica del país.
Presa del Embalse El Pueblito (Gua) de Venezuela.
Con respecto a infraestructura hidráulica, en Venezuela se han construido más de 108 embalses que se encuentran bajo la administración y operación de diversos organismos del estado, la gran mayoría de estos reservorios son medianos y pequeños, con presas construidas con materiales sueltos (tierra y rocas) y capacidades de almacenamiento que van desde los 7.000.000 hasta los 600.000.000 de mᶟ de agua, casi todos erigidos en las décadas de los 60´, 70´ y 80´ con fines de abastecimiento poblacional, riego de cultivos, regulación hidrológica y generación hidroeléctrica. La capacidad de almacenamiento combinada de estos embalses incluyendo el Embalse de Guri se estima en alrededor de 200.000.000.000 de mᶟ. Es importante recalcar que para la gestión de cada uno de estos 108 embalses se deben cumplir una serie de normas y requisitos técnicos para asegurar el buen funcionamiento y seguridad, como lo son: 1). Una planificación hidrológica que incluya estudios hidrológicos actualizados para el cálculo preciso de los planes de llenado y de desembalse antes de cada temporada. 2). Actividades de operación de compuertas, auscultación, monitoreo de nivel, condiciones climáticas y de calidad del agua con personal técnico capacitado y 3). Planes de mantenimiento agronómico, estructural y electromecánico. En la actualidad los embalses del país presentan una total desatención por parte del estado pese a su importancia estratégica y riesgo que pueden representar en caso de falla, es así como desde el año 2005 no se cumple con los planes de mantenimiento por lo que estas infraestructuras han caído en franca decadencia, lo que se puede evidenciar en la presencia de gran cantidad de maleza y arboles de gran porte en la estructura de las presas o tapones que pueden ocasionar filtraciones y en casos más avanzados fenómenos de tubificación que desencadenarían la rotura o colapso de la estructura. Algo similar ocurre con los vertederos hidráulicos o aliviaderos, estas son las estructuras de concreto en forma de canal que se encargan de descargar los excedentes de agua cuando el embalse se encuentra completamente lleno; muchos presentan asentamientos y desplazamiento de las losas de concreto haciendo que se rompan las juntas dilatadoras, por lo que al aliviar o descargar se presentan pequeñas filtraciones generando procesos erosivos difíciles de detectar que pueden causar la desestabilización de la estructura y colapso de la misma desencadenando grandes afectaciones por inundacionesaguas abajo.
De igual manera no se han ejecutado los planes de mantenimiento electromecánico a los sistemas de compuestas y válvulas, más del 40% de los embalses del país no pueden ser operados ya que estos sistemas se encuentran atascados o inoperativos en vista de que muchos componentes hidráulicos, eléctricos y mecánicos no han sido reparados, presentan fugas de fluidos o simplemente carecen de servicio eléctrico para la alimentación de los motores y bombas de accionanamiento, en esto ha incidido en gran medida el vandalismo por falta de personal de vigilancia. Como consecuencia de este problema los operadores no pueden maniobrar y ajustar las descargas por compuertas a una planificación hidrológica.
Vertedero Hidráulico del Embalse Jabillal (Gua) de Venezuela.
Gran parte de las deficiencias en materia de agua que se viven en Venezuela actualmente pueden ser achacadas a estos problemas. Sin embargo, es preocupante el hecho de que la planificación hidrológica no está siendo implementada, no se están realizando los balances hídricos correspondientes a la disponibilidad y demanda de agua en las cuencas para los distintos usos, lo que deja a la garantía de abastecimiento de agua más expuesta y vulnerable ante periodos secos con déficit de precipitaciones.
La legislación venezolana contempla desde el año 2007 la creación de instancias descentralizadas para la gestión de recursos hídricos, como lo son los consejos de cuenca hidrográfica, de región hidrográfica y el consejo nacional de las aguas, sin embargo no se han realizado los esfuerzos necesarios para su implementación y ninguno de estos entes se encuentra funcionando actualmente. Recientemente el Gobierno de Venezuela ha creado un nuevo ministerio que asumiría todas las competencias en materia de gestión de recursos hídricos del país denominado Ministerio del Poder Popular para la Atención de las Aguas, algo que podría verse como un avance podría generar una mayor anarquía en el sector agua, por el contexto volátil de ilegitimidad, corrupción y la falta de consenso.
Es imperativo que en Venezuela se realicen las correcciones al sistema de gestión actual, la sinceración detarifasde servicio de agua potable y por licencias o concesiones de uso, para que se puedan efectuar las inversiones necesarias para recuperar la infraestructura hidráulica del país y que se implemente la gestión integral de recursos hídricos GIRH que está contemplada en nuestra legislación actual. El agua es estratégica y constituye una gran herramienta para el desarrollo si es gestionada de manera eficiente, esto requiere de liderazgo y del compromiso político de las autoridades y de la sociedad a fin de poder implementar el esquema institucional y organizativo establecido en la Ley de Aguas y su reglamento, esta es la GIRH a nivel de cuenca hidrográfica, que es un sistema de gestión que se está implementando en todos los países de América Latina generando muy buenos resultados y que sin duda los tendrá en Venezuela.
Fuente:
Luís Alejandro Padrino
Julio, 2018