La región chilena de Valparaíso afronta el reto de mejorar la calidad del agua
"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"
El Agua y el Cambio Climático
Valparaíso, Chile (Wikipedia/CC)
A pesar de que Latinoamérica cuenta con alrededor del 31% de las fuentes de agua potable en el mundo, se caracteriza por tener distribuido el recurso hídrico de una manera desigual. Prueba de ello, es que la región de América Latina y el Caribe cuenta con la cobertura más alta de agua potable de las regiones en desarrollo con un 94%, sin embargo, sus índices de cobertura varían de una forma muy dispar entre países y entre las zonas rurales y urbanas de un mismo país, habiendo más de 50 millones de personas sin acceso a agua. La falta de voluntad política y el hecho de que aún no se concibe el problema del agua como un problema que afecta a otros sectores, son los principales obstáculos a los que se enfrenta. De esta forma, el acceso a agua se convierte en un factor limitante que genera una brecha económica entre los países latinoamericanos.
Según datos de la ONU, la demanda global del agua se incrementará un 50% para 2050 y, a su vez, la inseguridad hídrica a nivel global generará impactos económicos a nivel local. Así, las características y la ubicación geográfica de un país determinan su capacidad hídrica. Pero no es lo único que influye: el cambio climático es el gran enemigo mundial, pero afecta de forma considerable a Latinoamérica. El fenómeno no solo está cambiando los patrones de precipitación o aumentando las temperaturas, sino que algunas regiones están experimentando una mayor frecuencia y severidad de los fenómenos meteorológicos extremos, que se traducen en devastadoras inundaciones y sequías.
Esta cara y cruz del recurso hídrico que empieza a ser habitual en Latinoamérica y que provoca fuertes contrastes hídricos en muy poco tiempo hace que, en países como Chile (uno de los más afectados por el cambio climático en la región), las infraestructuras relacionadas con el ciclo integral del aguase deterioren y colapsen, afectando gravemente al abastecimiento de agua.
La gestión del agua en Chile
La normativa de aguas en Chile ha cambiado en el tiempo atendiendo a diferentes realidades y problemas. En 1855 se promulgó el Código Civil, donde se introduce una de las primeras normativas que se crearon en torno al agua en el país (se establece la diferencia entre aguas de dominio público y privado). Como continuación a ello, en 1949 se dictó un Código de Aguas cuya versión definitiva no vería la luz hasta 1951, aunando en un solo cuerpo normativo todas las materias relativas a las aguas chilenas.
Tras varias reformas, no fue hasta la del 1981 que el Código de Aguas marcó el hito más importante sobre la gestión del agua en Chile, pues consagra el concepto de que la gestión y la administración de los recursos hídricos está entregada a los titulares de derechos de aprovechamiento, usuarios del agua y especialmente a sus organizaciones (art. 186 y siguientes del C. de A.), introduce el mercado como instrumento principal de la asignación de los recursos hídricos y consagra la libre transferencia de los derechos de aguas.
Con esta ley de referencia (reformada en 2005 y aprobada una nueva reforma en 2017), el sector hídrico en Chile está marcado por el sistema del mercado de aguas. En este modelo, el Gobierno, a través de la Dirección General de Aguas, otorga un derecho de aprovechamiento de aguas o DAA, sobre una determinada cantidad de agua a los particulares que lo soliciten, para el desarrollo de una actividad económica. Esta concesión es ilimitada, gratuita y a perpetuidad: el particular solo debe indicar el tipo de uso que dará al agua (consuntivo o no), la cantidad de agua que requiere y el objeto con que se empleará.
Debido a la importancia de este recurso, en Chile encontramos más de 40 instituciones, públicas o privadas, involucradas en el sector. Los actores gubernamentales son la Comisión Nacional de Medio Ambiente (CONAMA), el Ministerio de Obras Públicas (MOP) a través de la Dirección General de Aguas (DGA), la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) y la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), el Ministerio de Medio Ambiente (MMA) fundamentalmente a través de la Comisión Nacional de Riego (CNR), y las municipalidades. En el terreno privado aparecen las Organizaciones de Usuarios de Aguas (OUA), que surgen cuando existen dos o más titulares de derechos de aprovechamiento sobre un mismo caudal.
La abundancia de actores competentes en la gestión del ciclo integral del agua es, precisamente, uno de los principales problemas del sector, ya que obstaculiza los procesos y genera severas ineficiencias. Pero no es el único: la gestión hídrica de Chile es centro del debate latinoamericano por ser el sistema de agua y saneamiento más privatizado de América Latina que, además, se ve cada vez más desafiado por la sequíay adolece de problemas de suministro en varias de sus comunidades.
Según el Informe de Gestión del Sector Sanitario de 2016 de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), el sector sanitario urbano está compuesto por 60 empresas, 54 de las cuales se encuentran efectivamente en operación, atendiendo áreas de concesión exclusivas en las 15 regiones del país y abarcando un universo de más de 5 millones de viviendas en 397 localidades. De esta forma, el 96,05% de los clientes del sector es atendido por empresas operadoras de propiedad privada, mientras que un 3,95% corresponde a usuarios de concesionarias del Estado, de municipalidades o cooperativas. A diciembre de 2016, la cobertura de agua potable en los territorios urbanos y concesionados a nivel nacional es del 99,92% y la de alcantarillado, del 96,83%; mientras que la cobertura de tratamiento de las aguas servidas recolectadas mediante sistemas de alcantarillado, es del 99,93%.
Si hablamos de infraestructuras, el agua potable en las zonas urbanas es entregada a la población a través de 306 sistemas de tratamiento a lo largo del país. Del total de estos sistemas, el 48% requiere la instalación de plantas de tratamiento para el agua potable, existiendo en el país un total de 238 plantas, según datos extraídos del informe anterior. Respecto a la distribución regional de los sistemas de tratamiento de aguas servidas, éstos se concentran en la Región del Biobío, con 49 unidades, equivalentes a un 17% del total de PTAS (Planta de Tratamiento de Aguas Servidas); seguida de la Región de la Araucanía, con 34 PTAS (12%), y la Región Metropolitana con 32 PTAS (11%).
Valparaíso, la región más afectada por el cambio climático
Valparaíso no solo es la segunda área metropolitana más poblada de Chile, sino que también es la región cuya gestión del ciclo del agua sufre más que ninguna otra región andina los estragos del cambio climático.
Durante los últimos años, Chile ha presentado un problema creciente de escasez hídrica, cuya causa principal se achaca al déficit de precipitaciones que se viene registrando desde hace varios años. Valparaíso es una de las regiones donde el problema de escasez de agua es más acusado, pero no es algo puntual. Según las previsiones, Valparaíso es la región más vulnerable a los efectos del cambio climático. Según el informe “Elaboración de una base digital del clima comunal de Chile: línea base (1980–2010) y proyección al año 2050”, abordado por el Ministerio de Medio Ambiente y desarrollado por la Universidad de Chile, para 2050, todas las comunas de la región presentarán aumentos en las temperaturas, con un promedio de 1,9°C para el período estival y de 1,6ºC en los meses invernales. Asimismo, el informe estima que las precipitaciones bajarán un 17% respecto del promedio anual, provocando que los caudales de los ríos se reduzcan entre un 20% y un 40%, especialmente el río Aconcagua. A consecuencia de ello, también aumentará el proceso erosivo del suelo.
Su situación geográfica, que se presenta en forma de un gran anfiteatro natural, emplazada en la bahía homónima y rodeada de cerros, la hace especialmente vulnerable al fenómeno. Así lo corroboran investigadores de la Universidad de Playa Ancha, que afirman que “la región de Valparaíso dentro de todo Chile es la más vulnerable frente al cambio climático”, fruto de lo que se ve reflejado en “el aumento de temperaturas, aumento del nivel del mar, de la temperatura en los océanos, de las inundaciones del borde costero, pero sobre todo sequías, incendios forestales, remociones en masa por deslizamiento y mareas altas producto del oleaje”. De esta forma, Valparaíso ha pasado de ser una región mediterránea húmeda a una zona semiárida. La sequía más larga registrada durante los últimos cien años, y que golpeó con fuerza a la Región de Valparaíso entre los años 2008 y 2015, sigue generando escasez hídrica en el territorio.
El “Consejo para el Desarrollo y Sostenibilidad Hídrica de la Región de Valparaíso”, creado en 2015 para trabajar en una propuesta de política pública y un plan de acción que permita dar seguridad hídrica, emitió el informe “Lineamientos estratégicos de política pública e iniciativas para el desarrollo y sostenibilidad hídrica de la región de Valparaíso”. En dicho informe, se reitera que la seguridad del abastecimiento hídrico constituye una prioridad estratégica para el futuro de la región y que asegurar el agua para el consumo humano y el saneamiento constituye una primerísima prioridad.
Una solución eficiente y a largo plazo
Transformar la gestión de los recursos hídricos de amenaza en oportunidad para el desarrollo humano, económico y social y la protección ambiental, enfocándose en el potencial que tiene la región, es un reto que aceptó Esval S.A., la encargada de servicios sanitarios que realiza la distribución de agua potable y tratamiento de aguas servidas en la Región de Valparaíso.
Con sus 541.800 clientes de agua potable y 489.914 de alcantarillado, Esval es la empresa con el mayor número de clientes en las sanitarias calificadas como medianas, aportando agua potable al 99,3% de los habitantes de la Región de Valparaíso. Según su informe de sostenibilidad de 2016, Esval cuenta con 4.660 kilómetros de red de alcantarillado, 39 sistemas de agua potable y 32 plantas de tratamiento de aguas servidas. Con estas infraestructuras, se descontaminaron 136 millones de m3 y se captaron 175 millones de m3 de agua.
Conscientes de que los estragos del cambio climático en la región reflejan la situación crítica y estructural de su área de concesión, ESVAL ha asumido en 2018 mejorar la calidad del agua como uno los grandes desafíos, generando proyectos destinados a su eficiencia operacional, y siempre buscando contribuir al cuidado y uso responsable del agua.
De todos los proyectos puestos en marcha, cabe destacar por su importancia y su impacto, el de la planta potabilizadora de Las Rojas, una de las más importantes de la región. En esta ocasión, se realizó un concurso público para la remodelación de 4 decantadores lamelares de dos cámaras de 9m de longitud y 2,4m de ancho hechos de asbesto-cemento, por lamelares equivalentes de otro material cuya tecnología permitiese aumentar el caudal de la planta de una manera más eficiente. De entre todas las empresas que participaron en el concurso, TecnoConverting Engineering presentó la solución más fiable: su tecnología lamelar con la lamela hexagonal TecnoTec H40, logrando una puntuación técnica de 97 sobre 100 y una clasificación final de 99 sobre 100, y cuyo proyecto se iniciará este mes de julio. “El hecho de haber obtenido la mayor puntuación técnica fue un grato placer para todos nosotros, reiterando que el departamento de ingeniería de TecnoConverting es uno de los mejores del mundo en decantación lamelar”, declaró David Barquet, General Manager de TecnoConverting, tras conocer la adjudicación.
La propuesta de TecnoConverting Engineering es, en una primera fase, sustituir los lamelares antiguos de asbesto-cemento por lamelares TecnoTec H40, con el fin de conseguir superar la capacidad de tratamiento actual de la planta y, de esta manera, absorber un aumento de caudal puntual (resiliencia lamelar) en el caso de darse tormentas intensas puntuales; algo cada vez más habitual debido a la incidencia del cambio climático en la región. Los módulos lamelares TecnoTec de TecnoConverting Engineeringestán especialmente diseñados para aportar la mayor eficiencia en decantación, aumentando la superficie especifica de contacto provocando el aumento de la velocidad de separación de las partículas en suspensión y, por lo tanto, acelerando el proceso de sedimentación. En concreto, las ventajas del lamelar TecnoTec H40 son: mayor capacidad de separación de sólidos en suspensión; mayor superficie por m2; reducción de los costes de la obra civil; tecnología de ensamblaje; autoportantes; y además cuenta con certificado alimentario. Una vez extraídos los lamelares en asbesto-cemento, se sustituirá la estructura soporte y se incorporará el nuevo modelo en PRFV pultrusionado de TecnoConverting. Finalmente, se instalarán los lamelares con el sistema anti-flotación para evitar que, en un futuro, estos asciendan debido al empuje hidráulico. Todo el sistema será desarrollado siguiendo el proceso EASY-INSTALL de TecnoConverting, caracterizado por permitir la ejecución de la obra en un tiempo récord, sin necesidad de técnicos especializados y usando personal propio de la obra.
Especialistas en decantación y lamelares, la ingeniería, el diseño a medida, la construcción y el montaje de la mejor solución técnica en decantación para sus clientes, TecnoConverting Engineering es la única empresa española especializada en decantación lamelar, por lo que haber ganado la obra de la potabilizadora de Las Rojas, es todo un orgullo para la empresa: “Haber ganado un concurso para una de las empresas más importantes del país como es ESVAL, es un gran placer para nosotros. Que las empresas más importantes de América Latina confíen en TecnoConverting Engineeringcomo socio tecnológico representa un gran orgullo para todas las personas que componen TecnoConverting”.
TecnoConverting Engineering, que comenzó su actividad en 2005, estaba especializada en la construcción de equipos para el sector del tratamiento de aguas, tanto en depuradoras, potabilizadoras y plantas desalinizadoras. TecnoConverting Engineering se especializó en los procesos de decantación y módulos lamelares, mejorando los procedimientos de fabricación y la metodología de cálculo en la decantación lamelar. Decidió desarrollar su propio departamento de I+D, lo que ha permitido un continuo crecimiento y la posibilidad de adaptar las mejores soluciones según las necesidades de cada cliente. Así, con más de 12 años de experiencia, TecnoConverting Engineeringse ha posicionado como una de las compañías con mas reputación en tecnología para el sector del agua a nivel internacional, asesorando a Ingenierías, constructoras y organismos públicos por todo el mundo. En Latinoamérica, ya han desarrollado proyectos en República Dominicana, México, Venezuela y Nicaragua.
Fuente:
Laura F. Zarza
Julio, 2018