Perú: primer diagnóstico sobre fauna amenazada muestra 64 especies en peligro crítico
"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"
Biodiversidad
Michael Tweddle / Tweddlefoto.com
Por primera vez, el gobierno peruano publica un informe que da cuenta de la situación de la biodiversidad en el país.
Un total de 389 especies han sido consideradas con algún grado de vulnerabilidad. Primeras en la lista están las aves, seguida de los anfibios y los mamíferos.
La categoría En peligro crítico es el nivel más serio de amenaza antes de pasar a la extinción.
En 1991, Víctor Pulido, un biólogo que trabajaba en el gobierno peruano se dio el trabajo de organizar y catalogar a las especies amenazadas en el Perú. Fue una iniciativa personal que no fue replicada por el Estado peruano hasta casi 30 años después.
La edición del Libro rojo de la fauna silvestre amenazada en el Perú, que acaba de presentar el Servicio Nacional de Flora y Fauna Silvestre (Serfor), muestra un listado de 389 especies en riesgo, evaluadas bajo las categoríasEn Peligro Crítico (CR), En Peligro (EN) y Vulnerable (VU), de acuerdo con los estándares de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El Suri se encuentra en Puno, Moquegua y Tacna. Según el último censo, hay solo 350 animales en estado silvestre . Foto: Andina
La lista de especies amenazadas la encabezan las aves, con 122 especies, le siguen los anfibios con 120, los mamíferos suman 92, los reptiles son 32 y los invertebrados llegan a 23. Estos últimos incluidos por primera vez en un diagnóstico como este. De todos ellos, 64 se encuentran en peligro crítico, el nivel más serio de amenaza antes de pasar a la extinción según las categorías de la UICN.
A un paso de la extinción
La relación de animales considerados En Peligro Crítico está liderada por los anfibios, que presenta 33 especies, de las 599 en total catalogadas en Perú hasta diciembre del 2015. “El número de especies conocidas dentro del territorio nacional se ha duplicado en las últimas tres décadas como resultado del aumento de las tasas de descubrimiento y descripción de especies en comparación con décadas anteriores”, se puede leer en el Libro rojo que también precisa un registro mayor para la década de 2001 a 2010.
Las demás especies de anfibios incluidas en el Libro rojo por presentar algún grado de vulnerabilidad se encuentran categorizados como En Peligro (42) y Vulnerables (45). Importante es saber que, de las 120 especies, 84 son endémicas.
La Ranitomeya summersi es una especie endémica de Perú que habita en el Cañón del Huallaga Central y alrededores, en la región San Martín. Imagen: Serfor.
El endemismo, que significa que son especies que solo pueden encontrarse en un ecosistema específico, tiene una relacion directa con el grado de amenaza de estas especies. “En el caso de los anfibios es notorio porque se desplazan muy poco, tienen ámbitos restringidos. Algunos son conocidos solo en un lugar específico, en un valle, incluso en una cueva. Por eso son tan vulnerables”., señala el biológo Daniel Cossio, uno de los investigadores que participó en la elaboración del libro.
El sapo de Peru (Atelopus peruensis) es uno de ellos. Su población se ha reducido más del 80% en los últimos 10 años y su hábitat se restringe a cuatro zonas en la región Cajamarca. También está la Rana del río Chili (Telmatobius arequipensis) que se encuentra en pocos lugares de Arequipa y Moquegua y se está reduciendo por la caza excesiva.
Preocupante es el caso del Atelopus eusebiodiazi, que habita únicamente en un sector de la Cordillera Huancabamba en Piura, a 2950 metros de altura. Se estima que posee una sola población de menos de 50 individuos y como no ha sido vista desde 1997, se cree que podría estar extinta.
La pava aliblanca habita en los departamentos de Piura, Lambayeque y Cajamarca. Foto: www.chaparri.org
Las aves ocupan el segundo lugar en cuanto a especies en peligro crítico. En total son 15 cuya situación de riesgo es realmente preocupante. Entre ellas encontramos la pava aliblanca (Penelope albipennis), el suri (Rhea pennata) el albatros de las Galápagos (Phoebastria irrorata), el Paujil del Sira (Pauxi koepckeae), el Zambullidor de Junín (Podiceps taczanowskii), la perlita de Iquitos (Polioptila clementsi), y el petrel de las Galapagos (Pterodroma phaeopygia), entre otras.
En total son 122 especies amenazadas, incluyendo a las que figuran como En peligro o en situacion Vulnerablem de un total de1852 reportadas en Perú, el tercer país con más aves en el mundo después de Colombia y Brasil.
El Zambullidor de Junín ocupa cerca del 50 % del lago Junín, la única localidad en la que se encuentra esta especie. Foto: Agencia Andina.
Si hablamos de mamíferos, actualmente, en peligro crítico hay 10 especies, según esta publicación.. Con un total de 519 mamíferos, 70 de ellos endémicos, Perú ocupa el segundo lugar en América del Sur, después de Brasil y cuarto en todo el mundo. Lamentablemente, Perú también es el segundo país de América del Sur con mayor número de mamíferosen riesgo, 92 en total, y el quinto entre los países megadiversos de todo el planeta.
Entre los más amenazados están el tocón de San Martín o tití de los Andes (Callicebus oenanthe), el guanaco (Lama guanicoe), la musaraña de orejas cortas peruana (Cryptotis peruviensis), el mono choro de cola lanuda (Oreonax flavicauda), el tapir andino (Tapirus pinchaque) y el murciélago de hoja nasal peluda de Koepcke (Mimon koepckeae), entre otros.
La distribución del oso de anteojos abarca la cordillera del Cóndor, en Amazonas, hasta Sandia, en Puno. Está categorizado como Vulnerable. Foto: SBC Perú
Los invertebrados han sido incluidos por primera vez en una lista de especies amenazadas en Perú. En este campo, el grupo de artrópodos es elmás numeroso sobre la Tierra y comprende aproximadamente el 80 % de todas las especies conocidas hasta la fecha. Sin embargo, lo que se conoce sobre ellos es muy poco, menciona el libro.
Según la publicación, el grupo mejor conocido de todos los invertebrados terrestres en el Perú es el de las mariposas (Papilionoidea) con más de 3 800 especies confirmadas y con una estimación de por lo menos 4 200.
De la lista de invertebrados que se presentan como amenazados, dos de ellos están En Peligro Crítico: el opilión (Tingomaria hydrophila) que habita en Huánuco y el escarabajo o pelotero verde (Sulcophanaeus actaeon) de Junín. A ellos se suman 32 catalogados En Peligro y 50 en situación Vulnerable.
La población de la tortuga carey en las costas peruanas ha disminuido en 80 % en sus tres últimas generaciones. Foto: WWF Perú.
En cuanto a los reptiles son cuatro los que figuran en la categoría de peligro crítico:el cocodrilo de Tumbes (Crocodylus acutus), la tortuga carey (Eretmochelys imbricata), la tortuga cabezona (Peltocephalus dumerilianus) y el gecko de Lima o gecko de las huacas (Phyllodactylus sentosus)
¿Cuáles son las causas de las amenazas?
El biólogo Cossios considera que tener una lista más amplia no es un retroceso en la conservación, sino más bien un gran avance en el conocimiento de la biodiversidad en Perú. “Que la lista sea mayor es el producto de un trabajo más exhaustivo. Se ha convocado a expertos en grupos taxonómicos que no se consideraron en el libro de 1991. Ahora se ha incluido a roedores, murciélagos, anfibios e invertebrados”.
Sin duda, una de los riesgos que amenaza en mayor medida a la fauna silvestre es la deforestación. “La deforestación es tan grande y hay tantas especies de ámbito restringido que pueden desaparecer con facilidad”, sostiene Cossios. Además, el científico cree que los ambientes más vulnerables en cuanto a número de especies amenazadas corresponde a los bosques húmedos conocidos como yungas, ubicados en el lado este de la Cordillera de los Andes, en la zona de encuentro con la Amazonía.
El guanaco llegaría a la extinción en el Perú en apenas 30 años si las tasas actuales de cacería furtiva continúan. Foto: Agencia Andina.
Sin embargo, la deforestación no es la única amenaza para la biodiversidad. El Libro rojo también mencionala expansión agrícola, la tala ilegal, el uso insostenible de la fauna silvestre y la presencia de especies exóticas invasoras. La publicación señala, además, que estas amenazas se mantienen a pesar de las medidas adoptadas para combatirlas.
En ese sentido, el aumento de la cobertura de las áreas naturales protegidas, la aprobación de normas legales nacionales y los planes nacionales de conservación de especies amenazadas no han revertido aún los problemas. “La recuperación de especies es compleja y muchas veces se necesita tomar medidas que respondan a una amenaza específica como, por ejemplo, los vectores de la quitridiomicosis que afecta a los anfibios o aplicar normas de conservación supranacionales para el caso de especies migratorias transfronterizas”, dice el documento del Serfor.
Desde el Estado, Jessica Gálvez-Durand, directora de Gestión Sostenible del Patrimonio de Fauna Silvestre del Serfor, coincide con Cossios al detectar tres principales amenazas:: pérdida de hábitat, tráfico ilegal de especies silvestres y la presencia de especies invasoras.
El mono araña es una especie amenazada por la caza para consumo, para comercio o para ser vendidos como mascotas. Foto: Michael Tweddle / Tweddlefoto.com
En algunos casos, las amenazas varían de acuerdo a las especies. Por ejemplo, en el caso de las aves, son algunos ecosistemas sensibles como los bosques estacionalmente secos del noroeste del país, en la región de Tumbes los que reúnen el mayor número de especies en peligro.a “Otros lugares son los altos Andes, el mar pelágico, el valle del Marañón, los bosques de arena blanca y las cordilleras nororientales. Estas siete áreas geográficas concentran el 60 % de las especies de aves amenazadas del Perú”, se explica en el Libro rojo.
Por otro lado, la pérdida o degradación de hábitat por avance de la actividad agrícola y pecuaria es la amenaza que afecta a un mayor número de especies de mamíferos, en total, a 63 de ellas. En segundo lugar, la pérdida o degradación de hábitat por forestería impacta a 34 especies. Le siguen la caza para consumo, con 23 especies, la pérdida de hábitat por actividades mineras y la posibilidad de cambios fortuitos o climáticos, que afectan a 17 especies.
El valor del Libro rojo
Cossios considera que lo importante del Libro rojo es la información sobre las amenazas que estas especies enfrentan, además de todo lo que se sabe de cada una de ellas gracias al trabajo de los más de 150 científicos que participan en el libro. “Ahora podemos planificar qué investigaciones debemos hacer para asegurar su conservación”
El Libro rojo de la fauna silvestre amenazada en Perú fue presentado en la Feria Internacional del Libro de Lima. Foto: Serfor.
Para el biólogo, el reto es continuar trabajando para actualizar periódicamente la lista que se ha presentado. “Existe una relación de especies con datos deficientes que se han incorporado en el libro porque se cree que pueden estar amenazadas, pero no tenemos la certeza de su situación como para clasificarlas en una categoría. Este un indicativo de lo que falta hacer”.
Cossios también piensa que aún existe una deuda con relación a la evaluación de peces y cetáceos. “Es un tema pendiente en el país, considerando que tenemos especies de agua dulce y marinas. Con ello el número de animales en peligro sería mayor, lo cual constituiría un avance en el conocimiento de la biodiversidad”.
Por su parte, Gálvez-Durand, de Serfor, explica que Perú, a diferencia de otros países de la región, cuenta, desde hace muchos años, con decretos supremos que presentan la lista de especies amenazadas, las mismas que constituyen la fuente oficial de información sobre la situación de la biodiversidad en el país.
En las zonas de anidamiento, las tortugas dorso de cuero se ven expuestas al saqueo de huevos. Foto: WWF Perú.
Es más, el libro actual surgió a iniciativa de los investigadores que fueron convocados hace algunos años para la actualización de la lista de clasificación y categorización de las especies amenazadas de fauna silvestre legalmente protegidas y que fue publicada en un decreto supremo en el año 2014.
La funcionaria del Estado comenta que esta información es utilizada por los gobiernos regionales, las municipalidades e incluso la Fiscalía cuando tiene que hacer denuncias por delitos contra los recursos naturales. En cuanto a la deuda con las especies acuáticas, Gálvez-Durand señala que el actual Libro rojo considera a todas las especies terrestres, incluidos los anfibios, puesto que se trata de una publicación del Ministerio de Agricultura, que se ocupa de la fauna cuyo ciclo de vida ocurre en tierra.
La directora de Gestión Sostenible del Patrimonio de Fauna Silvestre de Serfor agrega que también trabajan en actualizar el listado sobre la situación de la flora en el país. “El Libro rojo de flora también debe ser una meta para el Serfor. Por ahora estamos actualizando relación que data del año 2001”.
El Gecko de Lima es una especie endémica que habita en las huacas o áreas áridas de la capital de Perú. Imagen: Serfor.
El autor del primer libro rojo en Perú, Víctor Pulido, quien también es asesor científico de la Convención de Especies Migratorias (CMS), recuerda las condiciones en las que llevó adelante su publicación. “Fue una iniciativa personal, pero como era funcionario del gobierno tenía acceso a la información. El libro tuvo el respaldo del Estado pues la data publicada era oficial. Pero en general, se trató de un voluntariado de todos los que participaron en su edición”.
Pulido menciona que en aquella época los biólogos eran considerados soñadores, personas que corrían detrás de las mariposas o flores. “La biodiversidad no tenía la definición de recurso estratégico que significa ahora. Eso ha cambiado sustantivamente. La visión anterior era romántica, de protección de especies. Ahora hablamos de biodiversidad como un tema de patrimonio”.
El investigador señala que, si bien la principal diferencia entre su obra y la actual es el número de especies registradas, también se debe tener en cuenta que las amenazas se han agudizado. “Hay mayor deforestación de bosques, más contaminación y el comercio ilegal ha aumentado. Sin embargo, este libro muestra la verdadera dimensión del estado de las especies amenazadas en Perú y ayuda a entender cómo actuan éstas”.
En ese sentido, Pulido considera que se requiere decisión política para que se logren avances en la protección de la fauna silvestre. “Hay que fortalecer al Serfor, invertir en investigaciones científicas, realizar más acciones de control y sensibilizar más a la población”.
Fuente:
Ivette Sierra Praeli
Agosto, 2018