Poesía de Wallace Stevens "El río de los ríos en Connecticut" / Leyenda "10 Deidades prehispánicas relacionadas con el agua que debes conocer"

"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"

Poesía, Ríos y Leyendas

Poesía

wallace2

wallace2

Wallace Stevens

1879- 1955

Poeta estadounidense. Cursó estudios de derecho en Nueva York y ejerció como miembro del consejo legal de una compañía de seguros. Publicó sus primeros poemas en 1914 y su primer poemario en 1923 (Harmonium). Sus títulos más representativos son: Ideas de orden (1936), El hombre de la guitarra azul (1937), Partes de un mundo (1942), Las auroras del otoño (1950) y Opus posthumous (1957). Es autor también de un importante volumen de ensayos (El ángel necesario, 1951).

Biografía y Vidas

Biografía y Vidas

The River of Rivers in Connecticut

There is a great river this side of Stygia

Before one comes to the first black cataracts

And trees that lack the intelligence of trees.

In that river, far this side of Stygia,

The mere flowing of the water is a gayety,

Flashing and flashing in the sun. On its banks,

No shadow walks. The river is fateful,

Like the last one. But there is no ferryman.

He could not bend against its propelling force.

It is not to be seen beneath the appearances

That tell of it. The steeple at Farmington

Stands glistening and Haddam shines and sways.

It is the third commonness with light and air,

A curriculum, a vigor, a local abstraction . . .

Call it, one more, a river, an unnamed flowing,

Space-filled, reflecting the seasons, the folk-lore

Of each of the senses; call it, again and again,

The river that flows nowhere, like a sea. 

El río de los ríos en Connecticut

Hay un gran río a este lado de Estigia.

Antes de llegar a las primeras cataratas negras.

Y los árboles que carecen de la inteligencia de los árboles.

En ese río, lejos de este lado de Estigia,

El mero fluir del agua es una alegría.

Parpadea y parpadea al sol.En sus orillas,

Ninguna sombra camina.El río es fatídico,

Como el último.Pero no hay barquero.

No podía inclinarse contra su fuerza propulsora.

No se ve debajo de las apariencias.

Eso lo dice.El campanario en Farmington

Soportes relucientes y Haddam brilla y se balancea.

Es la tercera comunión con la luz y el aire.

Un currículum, un vigor, una abstracción local...

Llámalo, uno más, un río, un sin nombre que fluye,

Lleno de espacio, reflejando las estaciones, la tradición popular.

De cada uno de los sentidos;llámalo, una y otra vez,

El río que fluye en ninguna parte, como un mar.

La Leyenda

dios

dios

Las culturas prehispánicas tenían un vínculo especial con el agua. Los actuales pueblos indígenas de México son herederos de las tradiciones, creencias y costumbres de nuestros ancestros. Su relación con la naturaleza es sagrada, especialmente con la tierra, el agua, el fuego y el viento.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) realizó un testimonio fotográfico y documental de la relación entre los pueblos indígenas y el agua, el cual a la postre se convirtió en el libro “Agua en la cosmovisión de los pueblos indígenas de México”, mismo que puede ser consultado en el sitio web de esta dependencia.

A continuación te presentamos 10 deidades prehispánicas relacionadas con el agua que debes conocer:

1. Chalchiuhtlicue, ‘La que tiene su falda de jade’. Para los mexicas fue la diosa de los lagos y corrientes de agua. Chalchiuhtlicue fue considerada también como la más importante protectora de la navegación costera en el México antiguo.

2. Chaac. Deidad maya asociada al agua y la lluvia. Era invocado para obtener abundancia en las cosechas. Moraba en cuevas y cenotes, los cuales eran portales a Xibalbá (inframundo maya). En sus representaciones se le caracteriza por poseer una larga trompa y una hacha con la que provocaba los truenos en el cielo.

3. Tláloc, ‘Néctar de la tierra’. Para los antiguos mexicas él era el encargado de las lluvias y se hacían diversas ceremonias para honrarlo. Fray Bernardino de Sahagún y Alfredo Chavero lo describen como el dios del rayo, de la lluvia y de los terremotos.

4. Pitao Cocijo. Divinidad zapoteca de la lluvia y la tormenta. Comparable a Chaac de los mayas y a Tláloc mexica. Algunas veces aparece con una vasija entre las manos, así como una máscara que le rodea los ojos, con colmillos y lengua bífida.

5. Dzahui. Dios mixteca de la lluvia y su principal patrono. Esta civilización se consideraba como el “ñuu dzavui” (pueblo de la lluvia) y pensaban que Dzahui los protegía, pero fue petrificado cuando el Sol (Ndicahndíí) apareció en el firmamento.

6. Amimitl. “Dardo de agua”.  Era el dios mexica de lagos pescadores que calmaba las tempestades. Era adorado en Cuitláhuac, que anteriormente era una isla en el lago de Chalco.

7. Huracán. “Una pierna”. Es uno de los dioses fundadores de la vida para los mayas. Es el dios de las tormentas, del viento y del fuego, por lo cual era deidad muy temida. Es representado con forma humana, pero con cola de serpiente y rasgos de reptil. Él provocó el Gran Diluvio maya que destruyó todo lo que construyeron los primeros hombres.

8. Metzabok. “Dios hacedor de truenos y de la lluvia”. Esta deidad lacandona anteriormente era conocida como Men-Sabak (el hacedor de hollín). Los lacandones pensaban que los ayudantes de Metzabok regaban hollín encima de las nubes, de donde adquirían su color negro antes de llover.

9. Yuku. Dios de la lluvia para los yaquis. Cuenta la leyenda que esta deidad dejó sin agua a los ocho pueblos principales. Los yaquis mandaron al gorrión a convencer a Yuku para que les diera agua, luego a la golondrina, pero sin éxito. Finalmente, el sapo Bobok, quien adquirió unas alas de murciélago y engañó al dios para que dejara caer la lluvia sobre la tierra.

10. Cuerauáperi o Nana Kuerajperi. “Nuestra abuela”, “Madre Tierra”. Para los purépechas es la diosa que tiene el poder de crear al hombre y todas las cosas. Ella manda las nubes y las lluvias para que crezca el maíz, pero si se enoja ella envía hambrunas y marca el fin de la existencia.

Fuente:

IAGUA

IAGUA

Poesía, Ríos y LeyendasComentario