El agua en Estados Unidos en lo que va de "era Trump"

"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"

El Agua

Donald Trump hablando en un acto en Arizona, marzo de 2016 (Wikipedia/CC).

Desde que Donald Trump fuera elegido 45º Presidente de Estados Unidos, la sostenibilidad del agua en el país se ha tambaleado casi con cada decisión relativa al sector ambiental. Escudado en la protección de puestos de trabajos y el crecimiento económico de Estados Unidos, las luces y sombras en materia ambiental y, por ende, en materia hídrica, ha hecho que estos dos primeros años de presidencia hayan dado mucho que hablar.

Enero de 2017

Trump da luz verde para seguir adelante con la construcción de los polémicos oleoductos Keystone XL y Dakota Access, tras años de protestas de ecologistas e incluso nativos americanos y que ponen en riesgo el agua de millones de estadounidenses.

Febrero de 2017

Trump nombra a Scott Pruitt, negacionista del cambio climático y detractor de la regulación en materia de medio ambiente, como nuevo responsable de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), cuya dimisión se produciría en julio de 2018.

También en este mes ordena a la Agencia de Protección Ambiental que modifique la “Clean Water Rule” sobre las regulaciones que protegen los recursos hídricos del país.

Junio de 2017

La acción más destacada de la administración Trump fue sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París contra el cambio climático, decisión que, para la ONU, fue calificada como una “gran decepción”.

Además, la EPA junto con el ejército de Estados Unidos, propone poner fin a la ya citada norma relativa al agua limpia. Con ello, volcó una medida impulsada durante la administración Obama que amplió la protección del Gobierno al agua potable.

Diciembre de 2017

El curioso caso de Donald Trump, Estados Unidos primero y el agua de Fiji. Bajo su incansable discurso de “Estados Unidos primero” y su firme idea de poner los intereses de su país por encima de los de cualquier otro, Donald Trump mostró al mundo que bebía agua embotellada de Fiji, cuya escena del Presidente buscando la botella ha quedado grabada en nuestras retinas.

Agosto de 2018

Durante el incendio más grande de la historia del estado California, el presidente de Estados Unidos se acordó una vez más del agua y afirmó que dicho incendio se agravó por “las malas leyes ambientales” que dejaron al Estado muy poca agua para combatir las llamas. 

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Noviembre de 2018

El Gobierno de EE.UU. no se rinde y propone una fuerte reforma de las normas que protegen las vías fluviales y humedales. Los cambios propuestos en Ley del Agua Limpia (Clean Water Rule) reemplazarán a las medidas establecidas en 2015 por la administración Obama y que fueron elogiadas por los grupos ambientalistas.

Enero de 2019

Pero no todo lo que Donald Trump ha hecho por el agua a lo largo de su mandato iba a ser perjudicial. El presidente de EE.UU. ha aprobado el proyecto de ley de planificación integrada que permitirá servicios de agua limpia más seguros y asequibles para todos.

Tendremos que esperar a que la legislatura de Donald Trump finalice para hacer balance de lo que la presidencia le ha costado al medio ambiente, y más concretamente cómo su mandato ha influido en la situación del recurso hídrico en Estados Unidos. Pero lo que sí sabemos es que, sin duda, haga lo que haga el 45º Presidente de Estados Unidos no dejará indiferente a nadie.

Fuente:

Laura F. Zarza

IAGUA

Enero, 2019