Poesía de Ronald Gallardo Duarhtt "Mapocho, Río Mapuche" / Leyenda "El Virilla"
"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"
Poesía, Ríos y Leyenda
Ronald Gallardo Duarhtt
Nació en Chile. Poeta, narrador, sociólogo, performista literario.
Ha publicado las Selecciones de poemas Azul de diamantes; Pre plaquette poético; Cabaret, Ventana Abierta; palabras mal esctitas; Plaquette de Poesía; los libros de narrativa Ciudad Nómade y Antología de de viaje y las crónicas periodísticas: Una saga de "Historias Ciudadanas", para el diario La Nación y Crónicas de la calle para el periódico Plan B. Cofundador de la revista Cerdos y Peces.
Poesía
Mapocho, Río Mapuche
En Santiago una tormenta desatada de angustias
oscuro río Mapocho desborda un caldo pantanoso
detenido en el tiempo fracturado
un golpe bajo
genocida.
El vientre de la tierra sangra
social-mente-humano
millones de ojos apagados junto al fulgor de nuestros sueños.
Ahí van flotando sombras
no los cuerpos
Todos fueron desaparecidos en el espacio y en el tiempo torrentoso
bajo la metralla en los muros de mi país sitiado.
Ahí van sumergidos los pinceles y overoles de brigadistas de la Ramona
Parra
Ahí van ls sostenes de las poetas malditas del cordón obrero Vicuña
Mackenna
Ahí van los trastes y los brazos de guitarras hechas añicos
de los cantores populares desgarrados por la tortura
Ahí las sombras no la luna
de esa larga noche sin estrellas ni amaneceres.
Déjame gritar tu nombre verdadero río Mapocho
el de la gente originaria de esta tierra río Mapuche
y liberar la angustia de esta historia
con palabras que resisten a la muerte
de esta larga franja de tierra
empinada por la cordillera de los Andes
donde anidan los cóndores y tu nacimiento
para alcanzar la fuga por el Océano Pacífico
buscando refugio y amparo en un solo grito
¡Marichiweu!
La Leyenda
EL VIRILLA
Sobre el origen del nombre de este río.
Se dice que hace muchos años cuando los agricultores de café de Heredia sacaban en sus carretas el café para venderlo en San José., el camino que usaban pasaba por la orilla de río que divide las provincias de Heredia y San José.
Cuentan que en esa zona había una muchacha que se llamaba Elvira de la cual dicen las malas lenguas que acostumbraba bañarse en una de las pozas del río. Como la muchacha era muy bonita primero entre vecinos y luego poco a poco entre los carreteros de café se fue “ regando la bola” de la hora y lugar en donde acostumbraba llegar a bañarse y se escondían entre los árboles y las piedras para ver a Elvira cuando se bañaba en el río.
Ella sabía que la espiaban y le gustaba y sabiendo que era guapa se mostraba como si nada.
La poza se volvió famosa y todos la llamaban "la poza de Elvirilla" y luego el Río se fue quedando con ese nombre “EL VIRILLA”...con el tiempo de la pobre muchacha de la historia hasta se decía que empezó a vender favores a los carreteros y que la fama llegó a tal extremo que cuando los carreteros salían de sus casas con sus cargas de café sus preocupadas mujeres les advertían que cuidado se iban a quedar donde "Elvirilla".
Fuente: Block de Erick Zamora.