Mongolia protege millones de acres de ecosistemas de agua dulce
"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"
El Medio Ambiente
El 21% del territorio del país ahora está protegido, incluyendo un río que aún fluye libremente.
Más de 3.2 millones de acres (1.3 millones ha) ahora están decretadas como áreas nacionales protegidas en Mongolia. Con esta nueva medida, Mongolia logra, oficialmente, proteger el 21% del total de su territorio.
Dichas áreas, que fueron formalmente decretadas el mes pasado, comprenden ocho provincias e incluyen 2.5 millones de acres (1 millón ha) de ecosistemas de agua dulce incluyendo criaderos clave para aves migratorias como la vulnerable grulla cuelliblanca así como grandes franjas de la cuenca del río Onon. Estas protecciones ayudan a evitar que las minas, represas y otros desarrollos contaminen, fragmenten y alteren el flujo natural de los nutrientes y recursos a lo largo de toda la región.
La protección del río Onon en Mongolia es particularmente importante ya que es una de las dos únicas fuentes del río Amur: el noveno río más largo del mundo que aún fluye libremente, el cual sirve de sustento para millones de personas en comunidades de Mongolia, China y Rusia. Los ríos limpios y que fluyen libremente son esenciales por que albergan especies de vida silvestre de agua dulce; proporcionan acceso al agua potable localmente de manera segura; permiten a las personas pescar a lo largo de la cuenca del río; transportan sedimentos ricos en nutrientes a las llanuras de inundación agrícolas; y ayudan a amortiguar el impacto de las inundaciones extremas.
Desafortunadamente, más de dos tercios de los ríos más largos del planeta están fragmentados por represas, carreteras e infraestructura. Recientemente, WWF y otras instituciones han descubierto que incluso algunas de las áreas protegidas de agua dulce del mundo están actualmente amenazadas. Los seres humanos han impactado los ecosistemas de agua dulce con tanta intensidad en los últimos 50 años que el Informe Planeta Vivo de WWF estima que las poblaciones de especies de agua dulce han disminuido en un 83% desde 1970.
WWF está decidido a revertir estas tendencias. El éxito de Mongolia es el resultado de 12 años de trabajo de WWF-Mongolia en cuanto a defensa e investigación, y representa solo una pequeña parte del trabajo de WWF en torno a la conservación del agua dulce. En comunidades de todo el mundo, WWF está fortaleciendo las protecciones legales, desarrollando alternativas renovables ante la energía hidroeléctrica, deteniendo la construcción de represas mal planificadas; y promoviendo el desarrollo sostenible para apoyar a las personas y la vida silvestre que dependen de los ecosistemas de agua dulce.
Fuente:
Ali Evarts
Junio, 2020