Más agua, menos comida: Incremento en acceso al riego y cambios alimenticios

"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"

Los Ríos y las Comunidades

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Liana Soto (2010) analizó el impacto que el acceso al agua para riego generó en varias comunidades campesinas en Bolivia al momento de construirse los atajados, infraestructura de "cosecha" de agua que fue implementado en este país para la década de los 80 del siglo pasado. Su estudio concluye que el incremento del acceso al agua para riego para estas comunidades determinó una mejora en la seguridad alimentaria de la población de estas comarcas, lo que se podría traducir como una mejora en sus medios de vida.

Anthony Bebbington (1998) sostiene que los medios de vida no son meramente los elementos materiales que sustentan las prácticas y dinámicas culturalmente constituidas. Este autor alude a que, en efecto, estos medios de vida también tienen significados; no es un mero hecho de tener uno o varios medios de vida, este debe significar algo para las personas que se relacionan con y a través de ellos. Se deja entender que la teoría de medios de vida se compone de distintos capitales a los que la población accede para reproducir sus formas de vida. 

Lo anterior quiere decir que cada capital al que la población accede, viene asociado con una forma de entender su relación con este capital, con su entorno físico y ambiental, con sus pares, e incluso consigo mismos. El medio de vida al que tienen acceso los miembros de un grupo sociocultural otorga sentido a su estar-en-y-transformar-el-mundo. Mi forma de acceder, usar y transformar - por ejemplo - mi capital político me va a permitir entender mi relación con los elementos constitutivos de este capital, en tanto que tienen sentido para mi.

Ambas nociones son importantes mencionar por lo siguiente: el agua se considera como un capital, según la teoría de medios de vida comunales (Emery y Flora, 2006), y en ese sentido, tiene un significado (o varios) para los grupos con los que entra en contacto (Libro Azul Perú, 2016). Tener acceso a una mayor cantidad de agua para riego, particularmente para grupos de pobladores que se dedican a la agricultura y ganadería, como en el caso de la comunidad campesina de San Andrés de Tupicocha en el departamento y provincia de Lima, significa la posibilidad de emprender un proceso de cambios que modificarían los otros medios de vida, es decir, las otras formas en que los pobladores se interrelacionan con su mundo, a la vez que obtienen y le dan sentido durante esta interacción. 

El caso de Tupicocha es particularmente interesante: esta población comenzó un proceso de alivio al estrés hídrico a través de la construcción infraestructura de un canal que unía una laguna (que tenía agua durante todo el año) ubicada en una comunidad vecina, con un reservorio que se había construido con el propósito de almacenar agua para las épocas secas. La construcción de este canal permitió, a su vez, construir otros reservorios de agua que almacenaban grandes cantidades de agua proveniente de este canal, asegurando continuidad en el acceso a este recurso durante la época en la que las lluvias no caían. Este nuevo acceso ayudó en generar varios cambios en las prácticas agropecuarias a los que estos pobladores estaban acostumbrados a realizar.

Entre los cambios más importantes que pobladores mencionaron fue el cambio producido en los tipos de cultivos que antes se cosechaban con respecto a aquellos que ahora se cultivan. Tupicocha es una zona provista de un paisaje extraordinariamente diverso (oscila entre los 1800 y 4500 metros sobre el nivel del mar - msnm), lo que significa tener la posibilidad de sembrar diversos productos, lo que a su vez significa tener la posibilidad de tener acceso a una mayor gama de productos para la alimentación: Los cereales, los carbohidratos, las legumbres y la carne de ganado (ovino, vacuno y de cuyes), anteriormente se cosechaban con continuidad, lo que incluso hace pensar que esta población tendría su alimentación muy bien asegurada.

En el año 2009, el gobierno peruano - a través de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) - realizó un sondeo donde encontró que el 70% de todos los niños y niñas, menores de 3 años en este distrito sufrían de desnutrición o anemia. Considerando la breve descripción elaborada previamente, uno pensaría que Tupicocha sería como un edén perdido, y no estarían lejos de la verdad. De hecho, las condiciones físicas de este distrito son ahora envidiables. Sin embargo, ¿por qué persistieron problemas tan nefastos como la desnutrición y anemia en casi 3 de cada 4 niñ@s en este lugar? Más aún, si consideramos que el nuevo acceso al agua de riego (ocurrido hace ya más de 25 años), aseguró un flujo continuo de agua durante las épocas secas, esto significaría tener la capacidad de tener alimentos todo el año. ¿Qué sucedió para que en el 2009 se obtuvieron estos datos?

Muchas son las razones y no creo que este sea el lugar para ir enumerando todos y cada uno de ellos. Algunas tienen que ver con las prácticas alimentarias propias, cosa que no fue profundizada durante la estadía en la zona. Otras podrían ser por el desconocimiento de los efectos de este mal y como combatirlos. Pero surgió otra muy interesante durante varias conversaciones que se sostuvieron con pobladores locales: ellos comentaron que el mayor acceso al agua ha significado un cambio en la agricultura; este cambio ha significado una transposición de una práctica agraria que se sustentaba en la producción para el consumo (producían para comer), hacia una producción para la venta (lo que ahora producen se vende). Esto, a su vez, implicó que los productos que anteriormente se sembraban y cosechaban, también cambiaron. Las raíces, tubérculos, semillas, legumbres que se recogían para llevarlos a la mesa, ahora se han transformado en productos que tienen poco valor alimenticio, salvo si es para los consumidores de los mercados en la ciudad de Lima donde hoy se venden los productos cultivados en Tupicocha. Hoy en día, la mayor parte de los agricultores siembran alfalfa, árboles frutales (como ciruelos, manzanos, melocotones) y pinos (una especie arbórea introducida en la sierra peruana como parte de programas que buscaron el "desarrollo" de miles de familias campesinas).

Si ahora ya no producen para comer, ¿con qué se están alimentando las familias en Tupicocha? Otro de los efectos que comuneros asociaron con la llegada del agua ha sido la proliferación de pequeños negocios comerciales. En estos negocios se venden desde zanahorias hasta zapatillas, y en términos de nutrición, se puede comprar desde leche evaporada hasta licor de cañazo. Son múltiples productos que están a la venta y la mayor parte de las familias ahora acuden a estas tiendas para consumir los insumos alimenticios que ahí se encuentran. Si bien no hay datos numéricos para poder contrastar con esta aseveración, según lo conversado con varios propietarios de tiendas, parece ser que lo que más se compra en la comunidad de Tupicocha hoy en día son los fideos, el arroz, la leche evaporada (precisamente), la sal y el azúcar. Lo que se ha dejado de comer, porque ya no se siembra o lo hacen muy pocos agricultores son: la quinua, la oca, la mashua, la papa (nativa también) y varios otros productos cuyos valores nutricionales superan, con creces, aquellos de los productos envasados (Eguren, 2015).

Entonces, para varios pobladores, el acceso al agua para el riego durante todo el año ha significado varios cambios importantes, algunos positivos y otros no tanto. Pero parece existir una asociación entre este posible cambio en las prácticas alimentarias familiares de los Tupicochanos (posible aún porque no se tiene la data suficiente para poder concluirlo, pero hay nociones obtenidas de personas y autoridades locales entrevistadas), y que debe ser más investigado. Si bien es una necesidad acceder al agua para obtener o mejorar la producción agraria, es menester plantear preguntas sobre los impactos - esperados y no esperados - que podrían suceder con la llegada de este elemento, y cuya identificación nos permitiría anticipar lo mejor posible problemas que se van creando con la inclusión de factores físicos tan importantes, como es el agua en una comunidad campesina. El tema nutricional, su importancia para la población local y las prácticas alimentarias (ligadas a las actividades agropecuarias) deberían ser tratados extensamente antes de comenzar a innovar con reservorios de agua.

Fuente:

JUAN GÓMEZ DE LA TO...

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12/07/2017...

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