Sumergidas en Argentina 10 millones de hectáreas productivas

"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"

Ríos y Desastres Naturales

Una imagen de julio, cuando las inundaciones también afectaron los cascos urbanos.

Una imagen de julio, cuando las inundaciones también afectaron los cascos urbanos.

Una imagen de julio, cuando las inundaciones también afectaron los cascos urbanos.

TÉLAM

Llueve sobre mojado en el campo argentino. Un nuevo temporal el pasado fin de semana trajo resultados devastadores para la economía, más de cinco millones de hectáreas han quedado sumergidas y otras tres fueron perjudicadas en forma indirecta. La superficie cubierta es comparable a toda la región de Andalucía y a la mitad de Uruguay. La provincia más perjudicada es Buenos Aires pero los daños también se cuentan en La Pampa, Córdoba y Santa Fe, la cuenca agraria más productiva del país. Según estimaciones de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), las pérdidas económicas podrían alcanzar los 1.500 millones de dólares.

En promedio, y según el informe de Carbap, más del 25% de la producción agrícola argentina se encuentra en la zona afectada, siendo el maíz, con el 30% de la superficie potencial bajo el agua, el que podría verse más perjudicado. “En total hay 10 millones de hectáreas (100.000 km2) inundadas de las más productivas de Argentina”, confirmó este martes el presidente de la Sociedad Rural, Miguel Etchevehere, al calificar la situación como una “catástrofe productiva, medioambiental y social”.

Un informe del ministerio de Agroindustria del 20 de agosto advirtió acerca del agua acumulada en los campos por el exceso de lluvias. En ese momento, la sumatoria de superficies inundadas y anegadas fue de casi el 20% en la zona de coberturas agrícolas, y continúa en aumento.

El área afectada en la cuenca del Salado.

El área afectada en la cuenca del Salado.

El área afectada en la cuenca del Salado.

CARBAP

La ganadería también esta en peligro dado que 12 millones de las 18 millones de cabezas de la provincia de Buenos Aires se encuentran en el área inundada. El problema se agudiza porque es el momento del año en el que se producen los partos, por lo que puede verse afectado el destete en el año 2018 y ocurrir una merma en la producción de terneros para 2019. Es clave lo que suceda en los próximos meses, aunque se estima una potencial mortandad de 200.000 terneros en pie, lo que representa un 5% del rodeo nacional. En suma, en el área afectada también está el 67% de las vacas de ordeñe, un panorama por demás oscuro para la actividad lechera, muy golpeada en la última década y que ahora encuentra un nuevo obstáculo.

“Estando ya a 30 días del comienzo de los servicios más adelantados es importante tener en cuenta el grado de stress y mal estado corporal en el que se encuentran los vientres, afectando sin ningún lugar a dudas el próximo porcentaje de preñez. Esta pérdida de preñez se estima entre un 3% y 4%, la cual nos estará impactando en los terneros logrados en el 2018. Este número equivaldría a unos 170.000 terneros adicionales que se perderían el año próximo”, completa el estudio. Sin contar la muerte de los vacunos en pie ni el costo adicional de granos y forrajes que demandará la atención de estos animales, y tomando el valor actual del ternero, que oscila los 400 dólares, se calcula una pérdida de más de 148 millones de dólares.

Las inundaciones, además, han colapsado caminos que ya presentaban problemas. Según el informe de Carbap, son víctimas de “una red vial totalmente colapsada, que refleja el mal manejo, y desvío de la recaudación de la tasa vial por parte de los intendente municipales. Mas de 15.000 kms de caminos, cortados o intransitables”. “La vida rural nuevamente puesta a prueba, mucha gente al quedar aislada tuvo que mudarse a los centros urbanos, y varias escuelas rurales están cerradas momentáneamente ante la imposibilidad de asistir por parte de los alumnos y maestros”, agrega el escrito.

“Las pérdidas no solo son productivas, sino también la infraestructura, sobre todo la parte vial, está colapsada, poniendo en juego la vida rural. Imposibilidad de llegar a los campos, escuelas rurales que no pueden dictar clases, se convirtieron en un coctel explosivo que hizo que en muchas zonas que quedaron aisladas que tuvieron que ser abandonadas ante el avance del agua. Además, varios cascos urbanos se vieron afectados, manteniendo en vilo a los habitantes de los mismos ante el avance del agua”, finaliza.

Fuente:

RAMIRO BARREIRO

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