La UE anuncia nuevas ayudas para catástrofes naturales en América Latina y el Caribe en la Conferencia de las Naciones Unidas
"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"
Ríos y Desastres Naturales
La Comisión Europea ha anunciado hoy nuevos fondos por importe de 14,3 millones de euros para ayudar a los países afectados por catástrofes naturales e invertir en la reducción del riesgo de catástrofes y la resiliencia en América Latina y el Caribe en 2017.
El anuncio se produce la víspera de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Reducción del Riesgo de Desastres, en Cancún, México, en la que participará hoy el comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, junto con el Presidente de México y dirigentes de América Latina.
«La Unión Europea ha ayudado a la región de América Latina y el Caribe en todas las grandes catástrofes naturales acaecidas recientemente, desde el huracán Matthew en Haití a los incendios forestales en Chile y las inundaciones en Perú y Colombia a principios de este año. Nos hemos comprometido a seguir apoyando a la región y ayudando a las comunidades para que estén mejor preparadas para hacer frente a nuevas situaciones de emergencia, de forma que puedan ser más resilientes cuando se produzca una catástrofe», ha declarado el comisario Stylianides.
La nueva financiación se utilizará para aumentar la resiliencia en las comunidades locales y apoyar las necesidades de seguridad alimentaria de las poblaciones afectadas por catástrofes naturales. Desde 1994, la Comisión ha aportado más de 1 000 millones de euros en ayuda humanitaria a América Latina y el Caribe, centrándose en las poblaciones más afectadas por los desastres naturales y la violencia y en preparar a las comunidades ante futuros riesgos.
Antecedentes
La región de América Latina y el Caribe es una de las más propensas del mundo a las catástrofes y está sumamente expuesta a riesgos naturales como terremotos, erupciones volcánicas, inundaciones, tsunamis, corrimientos de tierras y sequías.
Además, el fenómeno de El Niño (incluida su variante costera, que consiste en un calentamiento anormal de las aguas del Océano Pacífico) provoca periódicamente fenómenos meteorológicos catastróficos, como sequías e inundaciones, que tienen grandes consecuencias humanitarias. Cuando se produce una catástrofe, entre las necesidades inmediatas de la población afectada está el obtener refugio, alimentos, agua potable, asistencia sanitaria primaria, enseres domésticos básicos y apoyo rápido para recuperar los medios de subsistencia.
Fuente:
24 de mayo de 2017