La presa que podría destruir tesoros culturales...Infórmese

La Presa de Mosul, en Irak, ha sido llamada la presa “más peligrosa” del mundo. Ingenieros predicen que un fallo estructural provocaría la inundación de la ciudad de Mosul, situada a unos 60 kilómetros al sur.

La Presa de Mosul, en Irak, ha sido llamada la presa “más peligrosa” del mundo. Ingenieros predicen que un fallo estructural provocaría la inundación de la ciudad de Mosul, situada a unos 60 kilómetros al sur. 

Foto: Alessandro Rota

La presa que podría destruir tesoros culturales

Autor: Kristin Romey Fecha: 2016-06-09

Una nueva advertencia del gobierno estadounidense ha renovado el temor de la destrucción catastrófica de miles de sitios de herencia iraquí en un acontecimiento que volvería insignificante todo el daño causado por el Estado Islámico.

El mensaje de seguridad, publicado el 29 de febrero por la embajada de Estados Unidos en Bagdad, insta a la ciudadanía iraquí a prepararse para el posible colapso de la Presa de Mosul, situada a unos 60 kilómetros al norte de la ciudad de ese nombre.

El gobierno de Estados Unidos insta al pueblo a prepararse para el colapso de la presa más grande de Irak.

Una hoja informativa acompañante afirma que la presa –la más grande del país- “enfrenta el riesgo grave y sin precedentes de un fallo catastrófico, con poca advertencia previa”, lo cual resultaría en una “marejada en tierra firme” que se desplazaría 280 kilómetros al sur por el río Tigris hacia la ciudad de Samarra, sitio Patrimonio Mundial de la UNESCO. Si no son evacuadas a tiempo, entre 500,000 y 1.47 millones de personas morirían en la inundación.

Aunque el potencial de un desastre humanitario masivo es en extremo evidente, el escenario descrito también acabaría con miles de sitios arqueológicos y culturales a lo largo del Tigris, incluyendo muchos que ya han sido dañados o destruidos por el Estado Islámico (conocido comúnmente como ISIS).

“La presa más peligrosa del mundo”

La integridad estructural de la Presa de Mosul (antes, Presa Saddam) ha sido motivo de preocupación desde que comenzó a operar hace 30 años. La presa hidroeléctrica está construida sobre cimientos “muy malos” de minerales hidrosolubles, por ello requiere de inyecciones continuas de cemento para sostener una estructura de 3.7 kilómetros de largo y 113 metros de alto, la cual contiene hasta 11.1 kilómetros cúbicos de agua.

Si colapsa la Presa de Mosul, la antigua capital asiria de Nínive se encontraría en la trayectoria de la inundación.

Foto: Randy Olson, National Geographic Creative

En 2006, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense la describió como “la presa más peligrosa del mundo”, y predijo que un fallo estructural podría inundar Mosul con más de 21 metros de agua en cuestión de tres o cuatro horas.

Aunque la Presa de Mosul se encuentra bajo el control del gobierno iraquí, la ciudad de Mosul ha estado ocupada por ISIS desde 2014. Es posible los preparativos para retomar Mosul, e inquietudes relacionadas con ataques aéreos o un intento para utilizar la presa como arma, hayan motivado la alerta pública reciente del Departamento de Estado estadounidense.

Una “pérdida sin precedentes”

Los sitios asirios de Nimrud, Nínive y Khorsabad (Dur Sharrukin) –antaño capitales de uno de los imperios más antiguos del mundo, en el primer mileno a.C.-, se encuentran en la trayectoria prevista del diluvio que se desataría al fracturarse la presa. Todos esos sitios, así como el Museo de Mosul e incontables sitios religiosos, han sido blanco del daño y la destrucción de ISIS desde que tomara Mosul, en 2014.

“Perderíamos una de nuestras mejores herramientas de investigación”.

Jason Ur / Arqueólogo

Sin embargo, mientras que el daño causado por ISIS en sitios culturales de Irak y Siria ha sido el foco de la preocupación global, los investigadores tienen dificultades para calcular la destrucción que resultaría de una falla en la Presa de Mosul.

“Solo puedo decir que miles de sitios arqueológicos y de herencia cultural serían, esencialmente, borrados –dice Michael Danti, profesor de arqueología en la Universidad de Boston y codirector de la Iniciativa Patrimonio Sirio en las Escuelas Estadounidenses de Investigación Oriental, quien está documentando la destrucción deliberada del patrimonio cultural en Irak y Siria-. Sería una pérdida sin precedentes”.

Jason Ur, profesor de antropología en la Universidad de Harvard, señala que la atención en las grandes ciudades asirias ha ocasionado que muchos otros sitios importantes, a lo largo del Tigris, no hayan sido investigados debidamente hasta ahora. “No sabemos qué se perdería, exactamente”.

Además, señala que los arqueólogos de la región suelen recurrir a los artefactos de la superficie para determinar la edad y el tamaño aproximado de un sitio sin tener que excavarlo. De suerte que una inundación enorme que barriera el paisaje revolvería dicho registro superficial. “Perderíamos una de nuestras mejores herramientas de investigación. Eso haría que cualquier trabajo futuro fuera extremadamente difícil”.

Peor aún sería el depósito masivo de cieno en toda la cuenca del río Tigris. “Entonces, ni siquiera tendríamos acceso a ese revoltijo de la superficie”, dice.

Empleados en el interior de la Presa de Mosul, en febrero 2016. El gobierno iraquí está buscando soluciones para reforzar la presa.

Foto: Safin Hamed, AFP/Getty

Moldear identidades futuras

Pese a que muchos investigadores se sienten incómodos hablando del daño potencial para los sitios de herencia cultural cuando millones de vidas están en riesgo, no pueden dejar de enfatizar la importancia que tendrá el conocimiento histórico para moldear a las generaciones futuras de iraquíes.

“Los curdos preguntan, ‘¿Cómo fue nuestro pasado?’, y lo mismo hacen los sunitas y chiíes –dice Ur-. Los pueblos forjan identidades nacionales con base en lo que ocurrió en su pasado, de modo que la arqueología será parte de eso”. (LeeHistorias en la columna de Trajano)

“Miles de sitios arqueológicos y de herencia cultural serían, esencialmente, borrados”.

Michael Danti / Arqueólogo

Para Danti, quien rastrea la destrucción del Estado Islámico en sitios de herencia cultural, la triste ironía de la pérdida de herencia iraquí en una escala mucho, mucho mayor no pasa inadvertida.

“Pocas veces pienso que podría haber cosas peores de las que ha hecho [el Estado Islámico] –comenta-. Han destruido cientos de sitios. Pero esto acabaría con todo”.