Disponer de agua potable suficiente es un derecho fundamental

"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"

¡REFLEXIONES!

Séptimo Principio

"Disponer del agua potable suficiente es un derecho fundamental"

Disponer de agua potable suficiente es un derecho fundamental

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17Todas las personas del mundo tienen derecho a disponer de agua potable y de sistemas sanitarios en condiciones, donde quiera que vivan. La mejor manera de asegurar este derecho es manteniendo los servicios de abastecimiento y alcantarillado en el sector público, regulando la protección de las aguas y fomentando el consumo sensato del agua. Las personas que viven en las regiones donde escasea el agua únicamente podrán disponer del agua potable que necesitan mediante el fomento de la conservación y protección de sus recursos locales.

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18Los pueblos indígenas tienen derechos inherentes especiales en relación con sus territorios tradicionales, incluyendo el agua. Estos derechos ancestrales les pertenecen por el uso de posesión de la tierra y del agua de sus territorios y en virtud de sus antiguos sistemas sociales y jurídicos. El derecho inalienable de la autodeterminación de los pueblos indígenas debe ser reconocido y codificado por todos los gobiernos; la soberanía sobre el agua es un factor crucial para proteger estos derechos.

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19Los gobiernos de todo el mundo deben hacer suya la frase “la caridad bien entendida empieza por uno mismo”, e implantar una política preferente para proteger los derechos fundamentales de sus ciudadanos a disponer de agua. La legislación que exige que todos los países, localidades y bioregiones protejan los recursos hídricos locales, y que busquen nuevas fuentes locales antes de tornarse hacia otras regiones conseguirá muchísimo en lo que se refiere a poner fin a la práctica antiecológica de trasladar el agua de una cuenca a otra. Este principio quiere decir que las gentes y los granjeros del lugar tienen la preferencia. Las actividades agropecuarias y la industria, sobre todo las grandes multinacionales, deben adaptarse a esta política preferente y conformarse con el segundo lugar, so pena de verse clausuradas. 

20Esto no quiere decir que el agua ha de ser “gratuita” o que no hay más que autoservirse. Sin embargo, una política de tarificación que respete este principio ayudaría a conservar el agua y a preservar los derechos de todos los que tienen acceso a ella. La tarificación del agua y los “impuestos verdes” (que aumentan las recetas del gobierno a la vez que enfrían el consumo de recursos y su contaminación) deberían de ser más fuertes para las actividades agropecuarias y la industria que para los ciudadanos, y los ingresos correspondientes deben servir para proveer agua para todos.

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El AguaComentario