Arabia Saudita garantiza su abastecimiento de agua con desalinización y tratamiento de residuales

“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar“

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Arabia Saudita cuenta con recursos hídricos escasos, ya que es el país más grande del mundo que no posee ningún río permanente. Si a esto se añade una media de precipitaciones anuales inferior a los 84 mm en los últimos 10 años, el reino depende de la desalinización de agua para satisfacer la creciente demanda de este bien.

El país del Golfo cuenta con 35 plantas desalinizadoras, gestionadas la mayoría por la Saline Water Conversion Corporation (SWCC) para que a posteriori las operen empresas privadas mediante contratos EPC (Engineering, Procurement, Construction) o mediante contratos BOT (Build – Operate – Transfer) que asigna la Saudi Water Partnership Company. Dichas plantas abastecen al país con una producción diaria de 6,85 millones de metros cúbicos. Esta cifra representa el 18 % de la producción mundial de agua desalada, lo que sitúa a Arabia Saudí como país líder en este campo. La tecnología más usada hasta el momento es la ósmosis inversa (RO), empleada por 14 de las plantas desalinizadoras, seguida muy cerca por la tecnología de desalinización térmica de destilación flash multietapa (MSF) usada por 13 y, finalmente, por la destilación térmica multiefecto (MED) empleada por 8 plantas desalinizadoras.

 

Para transportar toda esta cantidad de agua a diario desde las plantas de desalinización hasta los puntos de consumo, Arabia Saudí cuenta con extensa una red de canalizaciones. Sin embargo, debido a su gran extensión, las pérdidas de agua de la red son muy elevadas, situándose en torno a un 25 % a 30 %, lo que supone un punto crítico en el sistema hídrico saudí debido a la deficiente red de tuberías, válvulas, juntas y bombas.

Debido al ya mencionado balance hídrico natural deficitario que sufre el país, el Gobierno se ha dado cuenta del enorme potencial que presenta el tratamiento de aguas residuales para satisfacer la creciente demanda del sector industrial, que supone un 5,4 % de la demanda total; el municipal, con un 13,05 % del total y el agrícola, con un 81,55 %. En los últimos 4 años, Arabia Saudita ha pasado de tratar el 17 % de sus aguas residuales al 30 %, siendo su objetivo en 2030 depurar hasta el 90 %. Para ello, se están construyendo en el país 7 nuevas plantas de tratamiento de aguas residuales.

 
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El Gobierno saudí ha planeado una serie de ambiciosos proyectos para el sector del agua plasmados en la Saudi Vision 2030. Entre ellos se encuentran 16 ampliaciones y/o construcciones nuevas de plantas desalinizadoras, 3.569,5 km de nuevas canalizaciones y 7 plantas de tratamientos de aguas residuales. Cabe resaltar que la gran oportunidad de negocio se encuentra en el área de la distribución, a través de los contratos de dirección y contratos de concesión.

Por último, hay que señalar que la pandemia mundial de la COVID-19 sumada a la guerra comercial mantenida con Estados Unidos y Rusia por el petróleo que desembocó en un desplome del precio del crudo, han dejado la economía saudí en una situación complicada. Por lo que puede que, para ajustar el gasto público, algunos de los proyectos o perspectivas del sector hídrico enmarcados dentro de la Saudi Vision 2030 se vean aplazados.

Fuente:

 
 

Noviembre, 2020

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