Efectos ocultos de los lagos de deshielo

“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar“

El agua y el Cambio Climático

Un lago de deshielo glaciar, el Hooker, en Nueva Zelanda, en 2016. (Foto: Jenna Sutherland)

Un lago de deshielo glaciar, el Hooker, en Nueva Zelanda, en 2016. (Foto: Jenna Sutherland)

Los efectos de los lagos de agua de deshielo que se forman en los márgenes de los glaciares han sido pasados por alto por muchos expertos y, debido a ello, tales efectos, más peligrosos de lo que se ha venido creyendo, no están representados en los actuales modelos de pérdida de hielo empleados para hacer pronósticos sobre el decrecimiento de los glaciares y sobre otras cuestiones climáticas. Esta es la conclusión a la que se ha llegado en un nuevo estudio.

 El equipo internacional de Jenna Sutherland, de la Universidad de Leeds en el Reino Unido, ha determinado que los lagos de agua de deshielo hacen que el hielo de los glaciares retroceda mucho más y más rápido en comparación con lo que sucede en los glaciares que terminan en tierra. Por lo tanto, es probable que se hayan subestimado las tasas de recesión y de pérdida de masa de hielo que tendrán en los próximos decenios los glaciares que terminan en los lagos.

 Muchos glaciares de montaña terminan ahora en esos lagos, que se forman cuando el hielo de los glaciares se derrite y esa agua se acumula en un terreno. El cambio climático global ha aumentado el derretimiento de los glaciares en todo el mundo y esto, a su vez, ha dado lugar a un aumento espectacular de la cantidad y el tamaño de los lagos de deshielo. Sin embargo, el efecto de los lagos de deshielo en las tasas de desglaciación y en el comportamiento de los glaciares no se había tenido en cuenta. 

Ahora, Sutherland y sus colegas han cuantificado por primera vez la influencia de los lagos de deshielo en los glaciares de montaña utilizando simulaciones por ordenador. Ello les ha permitido descubrir que la presencia de un lago de deshielo hace que un glaciar retroceda cuatro veces más y que se acelere el flujo de hielo ocho veces más, en comparación con lo que le ocurriría al mismo glaciar si estuviera sometido al mismo clima pero terminase en tierra firme en vez de en un lago.

Los resultados de la investigación muestran que un glaciar que termina en tierra tarda 1.000 años en retroceder tanto como lo hace en 100 años un glaciar que termina en un lago.

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Octubre, 2020

El Agua, el Cambio Climático