La Cultura de las Motillas y el pozo de agua más antiguo de España (2200 AC). Daimiel, La Mancha

"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"

Infraestructura Hídrica

Cultura Motillas y pozo agua más antiguo España (2200 AC). Daimiel, Mancha

1. INTRODUCCIÓN

Entre todos los tipos de yacimientos manchegos de la Edad del Bronce destacan las “Motillas”, que ofrecen una configuración urbanística muy especial sin ejemplos comparables en la Península Ibérica. Se trata de pequeños montículos o colinas, con una media de unos 5 m de altura por unos 50 m de diámetro, que se alzan en el llano, siempre en aquellos puntos donde el nivel freático se sitúa más próximo a la superficie. Deben su forma a una fortificación de planta central, con una torre y varias líneas amuralladas circulares concéntricas construidas con mampostería, cuyo derrumbe y erosión dieron lugar a la formación del montículo.

Alrededor de la fortificación se sitúa un pequeño poblado, cuyas estructuras y depósitos estratigráficos no cambian excesivamente la topografía del entorno de la Motilla. La construcción de las fortificaciones que dieron lugar a las Motillas y que se sitúan a distancias regulares cubriendo gran parte de la llanura de la Mancha Occidental, está íntimamente relacionada con el control de los recursos básicos (agua, cereal y ganado), en una época en la que a tenor de las hipótesis suscitadas por el registro arqueobotánico de la Motilla del Azuer, el medioambiente de la llanura manchega era significativamente más árido que el actual, lo que convirtió dichos recursos en críticos para las poblaciones que habitaban la región.

De la relación que existió entre estos asentamientos y los poblados de altura, se desprende que en estos últimos asentamientos debió organizarse el proceso de control, acumulación y redistribución de los productos agrícolas, cumpliendo las Motillas un importante papel en el almacenamiento del cereal, y también en el acceso al agua mediante la construcción en el interior de las fortificaciones de profundos pozos y complejas estructuras hidráulicas que permitieron controlar el agua del freático en momentos en que la aridez no permitía la existencia de cursos de agua estables durante todo el año.

Las Motillas son, por lo tanto, yacimientos arqueológicos presentes en la región natural de La Mancha, considerados como el asentamiento humano organizado más antiguo de España capaz de captar agua subterránea, y uno de los más antiguos del continente europeo

Se trata de un modelo de arquitectura, del Calcolítico y Edad del Bronce, excepcional edificado en tiempos prehistóricos para explotar de forma sistemática, por primera vez, los recursos hídricos del subsuelo.

Los inicios de la caracterización de la Cultura de las Motillas se sitúan hace cuatro décadas. Desde entonces diversas universidades y expertos han intentado encontrar explicación a las causas del origen, evolución y desaparición de este singular grupo humano que habitó La Mancha durante la Prehistoria Reciente. Para disponer de información actualizada debe conocerse el Museo Comarcal de Daimiel (http://www.museocomarcaldaimiel.es/), que además organiza visitas guiadas por arqueólogos a la Motilla del Azuer; es una experiencia muy recomendable para todas las edades con una visita al yacimiento equilibrada entre la aportación didáctica de los profesionales y la innegable emoción de recorrer este lugar.

Las Motillas de La Mancha han sido descritas como asentamientos ubicados en zonas llanas, de planta tendente al círculo, con doble o triple línea de muralla y, en ocasiones, con una torre central. Las Motillas intervenidas muestran complejas arquitecturas de muros superpuestos cuya ruina ha llegado a formar verdaderos montículos. A su alrededor pudo desarrollarse un poblado exterior de cabañas, que se extendería sobre un radio aproximado de 50 m, como en el caso de la Motilla del Azuer. En varias Motillas se identificó inicialmente un «patio» interior, que a la postre ha resultado ser un pozo de grandes dimensiones excavado para alcanzar el nivel freático con los medios y tecnología prehistóricos.

En condiciones naturales, sin intervención humana, los niveles de los acuíferos no se ven alterados sustancialmente por circunstancias ambientales

Por lo tanto ni la evapotranspiración, ni una sequía tiene por qué producir descensos piezométricos relevantes. La existencia del acuífero plioceno carbonatado bajo los sedimentos cuaternarios no hace sino asegurar la disponibilidad de agua para las Motillas, en caso de alcanzarse estas formaciones mediante el respectivo pozo. Las Motillas se convirtieron, por lo tanto, en importantes centros de gestión de recursos críticos como el agua y el cereal, desarrollando un modelo de asentamiento distinto a los que conocemos en otras regiones de la Península Ibérica.

Durante la última fase de ocupación en la Motilla del Azuer, a partir del 1600 AC, la crisis cultural que afectó a las poblaciones de todas las regiones del Sur de la Península Ibérica, también provocó importantes cambios sociales, económicos y ambientales en La Mancha y en el propio asentamiento que estudiamos. Las relaciones de poder que nacieron con la Edad del Bronce y llegaron a consolidarse durante el Bronce Pleno, se desplomaron en esos momentos, lo que provocó grandes transformaciones de carácter social y funcional en la Motilla. Cambiaron las técnicas de construcción usadas en la fortificación, apareciendo nuevos paramentos de aspecto ciclópeo en las murallas, desapareciendo las áreas dedicadas al almacenamiento de cereal en los recintos internos. Además un continuo aumento de la humedad ambiental, con la posibilidad de que el río Azuer mantuviera un caudal permanente durante todo el año, hizo innecesaria la continuidad del pozo abierto en el patio oriental, convirtiéndose en una especie de cisterna que pudo recoger tanto las aguas superficiales de la lluvia como las surgencias provocadas por la escasa profundidad del freático.

Durante los dos siglos siguientes se constatan en los depósitos exteriores a la fortificación la progresiva importancia de las crecidas del río, lo que obligó a los habitantes de este asentamiento a cambiar de emplazamiento fuera de la llanura aluvial, abandonando la Motilla del Azuer en unas fechas situadas entre el 1400 y el 1350 AC. En la siguiente imagen, vista exterior de la Motilla del Azuer en la actualidad.

2. SEQUÍA TAMBIÉN HACE 4000 AÑOS

En zonas de la meseta al inicio del III milenio AC se vivió un prolongado periodo especialmente seco y árido, dentro del cual se produjeron subfases más húmedas. En La Mancha el comienzo de la Edad del Bronce coincide con este periodo climático abrupto datado entre 2350 y 1850 AC aproximadamente, y se produce de forma previa a la construcción de las Motillas de La Mancha. Este evento climático se considera uno de los periodos de aridificación holocenos más notables en la Península Ibérica y ha sido puesto en relación con el origen de las Motillas. 

Este repentino cambio climático, relacionado a nivel mundial con el ocaso de diversas culturas, coincide en La Mancha con el final del periodo calcolítico y con la construcción de las Motillas

El aumento de las precipitaciones y la progresiva elevación del nivel freático en la región, a partir de 1800 AC, pudieron permitir la recuperación de las zonas húmedas que prácticamente habían desaparecido entre 2000-1800 AC, hasta el punto de que algunas Motillas pudieron llegar a inundarse.

Fotografía del interior de la Motilla del Azuer en la actualidad; al fondo el pozo de agua: 

VER VIDEO: https://youtu.be/F3it6CBjVfo

3. MARCO HIDROGEOLÓGICO

Históricamente los acuíferos de La Mancha Occidental se caracterizan por la importante interrelación entre las aguas superficiales y las subterráneas, de forma que las variaciones en uno de los ámbitos tienen consecuencias, directas e indirectas, en el otro. Para la explotación de estos recursos se supone que todas o algunas Motillas tienen un pozo en el interior. Sobre los cauces superficiales la disponibilidad es segura en secuencias climáticas húmedas, mientras que en época seca se reduce. El aprovechamiento del agua procedente de acuíferos proporciona una mayor certidumbre en cuanto a la disponibilidad de recurso, dada la capacidad de regulación de los acuíferos con respecto a las aguas superficiales.

Al menos en el caso de la Motilla de Azuer se ha constatado que el pozo excavado en su interior tiene la profundidad suficiente para alcanzar las calizas pliocenas. Para más detalle se ha necesitado excavar unos 20 m, atravesando 5-6 m de aluvial de la llanura de inundación, un paquete de arcillas de baja permeabilidad de 10 m, y el resto, 4-5 m en las margas que se superponen a las calizas. El acceso al interior del pozo se estructura mediante la construcción de grandes rampas que descienden adosadas a los paramentos internos del mismo.

Por lo tanto, la Cultura de las Motillas puede ser la respuesta económica y social ante una contingencia climática que derivó en una crisis ambiental. Momentos relativamente más húmedos, dentro de este periodo de aridez general o al final del mismo, pudieron dar lugar a la construcción de diques alrededor de las Motillas para contener las crecidas de las aguas en los cursos superficiales, como igualmente pueden ser interpretadas como fortificaciones dentro de un posible paradigma belicista. Finalmente se fomentó su abandono hacia otro tipo de enclaves tras la finalización de este periodo, al que siguió un ascenso del nivel freático e incrementó los caudales de los ríos.

La existencia de enterramientos en el interior de las Motillas, 135 difuntos detectados en el caso de la del Azuer, para un periodo de ocupación de aproximadamente 850 años, varios de ellos con vasos cerámicos y otros elementos de ajuar, incluidas piezas metálicas de cobre o plata, pone de manifiesto que las Motillas no fueron meros pozos, sino lugares dotados de una fuerte carga simbólica y utilitaria.

El corte geologico esquemático transversal al cauce del río, en la vertical de la Motilla del Azuer (M. Mejias), es el siguiente:

4. ESTUDIO ANTROPOLÓGICO

La población de la Motilla del Azuer responde al modelo demográfico propio de poblaciones antiguas. Con relación a los patrones de actividad física se puede deducir, a partir de los análisis efectuados, que los hombres del yacimiento realizaron una mayor actividad física que las mujeres, desarrollando a veces trabajos duros que requerían gran fortaleza física. Son frecuentes los traumatismos en los varones, que, aunque en ocasiones pudieron deberse a accidentes, parecen reflejar reiteradas manifestaciones de violencia interpersonal. La ausencia de traumatismos en los niños y las mujeres del yacimiento ponen de manifiesto que estos dos grupos de población estuvieron normalmente lejos de la práctica de actividades violentas.

Hasta el momento se han determinado con exactitud 102 individuos con edad y sexo. El estado de conservación es muy variable, desde el esqueleto completo a sólo algunos fragmentos craneales. La distribución demográfica de los habitantes de la Motilla del Azuer es de gran interés. Los enterramientos de individuos menores de 15 años suponen en estos momentos un 49% del total de la muestra lo que indica que no hay un sesgo importante en este segmento de la población. La esperanza media de vida calculada es de 26,7 años y entra en los valores esperados de las poblaciones europeas anteriores a la Revolución Industrial. También hay que destacar en la Motilla del Azuer el alto porcentaje de sujetos maduros (33,3%) y seniles (6,9%). Ello indicaría una gran adaptación al ambiente de la población manchega logrando una elevada supervivencia, al margen de las valoraciones de tipo social que se puedan realizar.

La media de estatura masculina es de 169 cm y la femenina de 160 cm, valores superiores a la media de otras poblaciones. Los varones, en general, muestran mediano o fuerte desarrollo muscular, tanto en los miembros superiores como en los inferiores. Las mujeres tienen desarrollos débiles o medianos, pero también hay casos de desarrollo fuerte. En general, el desarrollo muscular de las mujeres tiende a ser mayor en los miembros superiores que en los inferiores, lo que tal vez pudiera indicar que sus actividades se centraron más en el entorno doméstico, pero por ahora esto es una mera hipótesis que precisa del hallazgo de nuevos esqueletos.

La distribución de lesiones traumáticas ha ofrecido unos resultados claros y concluyentes. En conjunto, un 9,1% de las mujeres presenta lesiones traumáticas frente al 48,0% de los varones y ello indica la práctica de actividades de riesgo entre los varones. Entre las actividades masculinas hay que destacar la exposición a la violencia.

Un 73,5% de los individuos mayores de 20 años presenta señales de enfermedades degenerativas, en concreto de artrosis. Este resultado era esperable si se tiene en cuenta el importante porcentaje de individuos que vivieron más de 40 años. Las mujeres (81,8%) están más afectadas que los varones (69,6%), pero la diferencia no resulta significativa. Este resultado también era esperable puesto que varias mujeres vivieron más allá de los 50 años y este proceso se generaliza en mujeres postmenopáusicas. En este caso, la presencia de artrosis se vincula claramente con la edad de los individuos y no con la actividad física.

Las muestras obtenidas del análisis de elementos traza, denotan una dieta mixta con una gran importancia del aporte vegetal, por lo que se podría considerar a la población de la Motilla del Azuer como un grupo básicamente agrícola-dependiente. La distribución por sexos de los valores de zinc, estroncio y bario apunta a un mayor consumo de alimentos vegetales entre las mujeres.

5. AGRADECIMIENTOS Y REFERENCIAS

Para la elaboración de ese artículo se ha utilizado documentación que se referencia a continuación, agradeciendo a los autores que presten sus conocimientos sin consulta previa. Igualmente se ha realizado una visita al Museo Comarcal de Daimiel y al propio yacimiento de la Motilla del Azuer, en marzo de 2018. Es una visita muy recomendable, sea usted aficionado o no a la hidráulica, y las explicaciones en el museo y la visita en terreno satisfarán toda su curiosidad; no deje de llevar especialmente a los menores de edad, que recorrerán este lugar donde nuestros antepasados estuvieron hace 4000 años.

Igualmente he tomado prestados partes de otros vídeos para componer el que acompaña este artículo, hecho básicamente con material propio. La documentación consultada es la siguiente:

  • La aplicación de los métodos de la antropología física a un yacimiento arqueológico: la Motilla del Azuer. Trinidad Nájera, Sylvia A. Jiménez-Brobeil, Fernando Molina, Antonio Delgado y Zita Laffranchi.

  • Arqueología, Hidrología y Medio Ambiente en la Edad del Bronce de La Mancha: la Cultura de las Motillas. Instituto Geológico y Minero de España, IGME. Autores: Miguel Mejías Moreno, Luis Benítez de Lugo Enrich, José Antonio López Sáez, César Esteban López. http://www.igme.es/actividadesIGME/lineas/HidroyCA/HGA.htm.

  • Aspectos hidrogeológicos, paleoambienales, astronómicos y simbólicos del Bronce de La Mancha. Luis Benítez de Lugo Enrich, Miguel Mejías Moreno.

  • La Cultura de las Motillas de La Mancha: El aprovechamiento del agua subterránea en la Prehistoria. Jesús del Pozo, Carlos Camuñas y Miguel Mejías.

  • Los primeros poblados prehistóricos en el entorno de Daimiel. Las Motillas de La Mancha. Luis Benítez de Lugo Enrich, Miguel Mejías Moreno

  • Los primeros aprovechamientos de aguas subterráneas en la Península Ibérica. Las Motillas de Daimiel en la Edad del Bronce de La Mancha. M. Mejías Moreno, L. Benítez de Lugo Enrich, J. del Pozo Tejado y J. Moraleda Sierra.

  • La Motilla de Azuer (Daimiel) Ciudad Real, de José Antonio Portero: https://www.youtube.com/watch?v=KbkoNztx_jI.

  • Motilla del Azuer, de Iradier Rovira: https://www.youtube.com/watch?v=mGagCkGmbpY.

  • Vídeo presentación Motilla del Azuer (Daimiel), del Museo Comarcal de Daimiel: https://www.youtube.com/watch?v=Ql63HmfDpBc&t=4s.

  • La Motilla del Azuer. 2200 AC. El pozo de agua más antiguo de España. Carlos del Álamo. https://www.youtube.com/edit?video_id=IKHzWjPin-c&video_referrer=watch.

Los autores del artículo durante el trabajo de campo en marzo de 2018: 

FUENTE: 

IAGUA

IAGUA

ABRIL 2018