Gerardo Murillo, Doctor Atl...Pintura / México...Sellos Postales
"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"
Artes, Ríos y Sellos Postales
(Seudónimo de Gerardo Murillo; Guadalajara, 1875 - ciudad de México, 1964) Pintor y escritor mexicano. En su ciudad natal realizó sus primeros estudios de pintura con el académico Felipe Castro. Más tarde se trasladó a la ciudad de México para estudiar la preparatoria y Bellas Artes; estuvo becado por Porfirio Díaz como estudiante de pintura. Después viajó a Roma, donde realizó estudios universitarios de filosofía y derecho. Poco después, Leopoldo Lugones lo bautizaría con el apodo de Doctor Atl, tomando la palabra "Atl" de la lengua nahuatl, en la que significa "agua".
Al regresar a México en 1903, trajo consigo un gran entusiasmo por la pintura renacentista, el neoimpresionismo y el fauvismo. Comenzó a impartir clases en la Academia de San Carlos de la ciudad de México, donde tuvo como alumnos a Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. En 1910 organizó una exposición que celebraba el centenario de la independencia.
Viajó luego a París, y con una gran facilidad también para las letras, fundó el periódico Action d' Art, en el que difundía el sentido social que entrañaban los acontecimientos mexicanos. En 1911 se desplazó a Italia, donde estudió vulcanología, y fue la curiosidad intelectual por este tipo de elementos naturales lo que lo llevaría más tarde, en 1942, al nacimiento del volcán Paricutín. Para registrar el fenómeno elaboró apuntes y pinturas que expuso posteriormente en Bellas Artes; en 1950 publicaría el libro Cómo nace y crece un volcán: el Paricutín, considerado hoy una joya bibliográfica.
Caminante infatigable, fue un gran paisajista. Escaló frecuentemente el Popocatepetl y el Iztaccíhuatl, y, además de los volcanes, fueron los árboles y las montañas los modelos de sus pinturas (siguiendo una línea fauvista-impresionista), con un manejo monumental del espacio, lleno de fuerza y vigor, y horizontes curvados en busca de amplitud y movimiento. Inició entonces lo que llamamos aeropaisaje, es decir, conjuntos geográficos tomados desde las alturas.
Creó la técnica que se llamaría "Atl-Color": tintes secos o a la resina que imprimía sobre papel, tela o roca; con esta técnica pintó un friso de ninfas con guirnaldas floridas y unos cuadros de grandes dimensiones que representan volcanes para un filántropo de Puebla y para decorar una cafetería de la calle 16 de Septiembre de la ciudad de México. Se dedicó también a la literatura: sus Cuentos de todos colores, con temas de la Revolución, lo consagraron como uno de los mejores narradores de esa etapa histórica, en parte por el atinado uso del habla popular. En sus relatos es recurrente el tema de la justicia. Donó casi toda su obra plástica al Instituto Nacional de Bellas Artes.
PINTURA
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México