CRECER CON EL SOL
"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"
Sostenibilidad
Ante la demanda mundial por renovar las fuentes energéticas, dos comunidades altoandinas del
Perú usan energía solar para desarrollar negocios sostenibles.
Por UNITED NATIONS DEVELOPMENT PROGRAMME
La energía representa más del 35% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global. Contar con sistemas menos contaminantes de suministro de energía es apremiante para afrontar los desafíos climáticos. Por eso, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por las Naciones Unidas para el 2030 es garantizar el acceso a una energía asequible, sostenible y moderna para todos.
LUZ EN LA OSCURIDAD
En los últimos años, el consumo de energía proveniente de fuentes naturales ha ido en aumento en todos los rincones de la tierra. Así, desde el 2011, más del 20% de la energía que mueve al mundo proviene de fuentes renovables.
Sin embargo, cerca del 13% de la población mundial aún no tiene acceso a servicios modernos de electricidad. En Perú, la cifra llega a más de 2 millones de personas, principalmente de zonas rurales, según el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería.
Las fuentes renovables no solo contribuyen con la reducción de gases de efecto invernadero, también tienen la capacidad de satisfacer la demanda energética de las comunidades más vulnerables que aún no cuentan con electricidad debido a los altos costos y a la falta de infraestructura.
RENOVAR LA RED
Henry es ingeniero pesquero y trabaja recuperando peces nativos en la laguna Aricota, en las alturas de Tacna. Henry creció viendo cómo las especies nativas de su laguna favorita iban convirtiéndose en alimento de las especies foráneas que la comunidad introducía con fines comerciales, sin sospechar lo que pasaría después.
Luego de más de 10 años, la laguna no sólo ha perdido volumen de agua debido a las actividades extractivas de la región, sino que ha perdido también gran parte de la fauna que albergaba. El suche (Trichomycterus rivulatus) y el carachi (Orestias luteus) son dos de estas especies. Ambas tienen un gran potencial productivo y alimenticio, por eso Henry junto a la Asociación de Productores de San Pedro busca recuperarlos y aprovecharlos de manera sostenible.
El proceso consiste en implementar criaderos para que los peces puedan reproducirse, una vez que las crías de estos peces nacen, son trasladadas a jaulas especiales ubicadas al interior de la laguna. De esta manera, los nuevos peces crecen en su hábitat natural, pero de manera contralada para protegerlos de las amenazas latentes. Una vez que alcanzan la madurez, los peces están listos para alimentar a la población local.
Con esta iniciativa, los piscicultores de Aricota buscan conservar la biodiversidad, aprovechar el potencial nutricional de estas especies y mejorar sus medios de vida. La energía que necesitan Henry y sus socios para hacer funcionar este sistema proviene del sol. En las orillas de Aricota, un panel fotovoltaico captura sus rayos y los convierte en esperanza.
"Mi mayor motivación es rescatar todo esto que se está perdiendo. Si lo logramos, va a cambiar nuestra vida, vamos a tener más ingresos, más salud y progreso en nuestra comunidad”, asegura Henry.
ENERGIA NATURAL
Ruth es una joven artesana de Sibayo, el primer distrito ecológico de Arequipa. Desde que tiene 10 años ha ido aprendiendo los secretos de la artesanía textil de la mano de su madre y desde entonces no ha parado.
Ruth recuerda que al principio no le gustaba tejer. “Pero luego comprendí que la artesanía era algo que me dejaba mi madre como una herencia. Era mi cultura”, dice orgullosa. Y así, con los años, se convirtió en socia de la Asociación Sumac Pallay.
En Sumac Pallay las mujeres tejen chompas, chullos, chalinas y mantos con fibra de alpaca 100% natural que obtienen de las zonas más altas. Luego de la esquila, la fibra pasa por un proceso de clasificación que permite a las artesanas seleccionar la de mejor calidad. Luego inician el proceso de hilado, donde la fibra adquiere su forma final.
La destreza que las mujeres de Sibayo han logrado para el hilado de la fibra es incomparable. Incluso han desarrollado varios instrumentos y técnicas innovadoras, como los paneles solares portátiles que utilizan en los días soleados para hilar más y mejor, en menos tiempo. “Antes hacíamos el hilado con la rueca, eso nos demoraba bastante tiempo, ahora con la hiladora solar hemos duplicado nuestra producción”, cuenta Ruth.
La comunidad no solo vive de la artesanía, vive también del ecoturismo. La mayoría de las casas del pueblo funcionan como hospedajes comunitarios y casi todas cuentan con paneles solares para tener agua caliente y electricidad.
Como en Aricota, en Sibayo han comprendido que el sol es una fuente natural de energía y ya están aprovechándolo en sus actividades productivas. Ruth y Henry están demostrando que las energías limpias también son una oportunidad para los bionegocios en las comunidades más vulnerables.
Estas iniciativas comunitarias son apoyadas a nivel técnico y financiero por el Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (PPD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con el respaldo del Ministerio del Ambiente de Perú. De esta manera, las comunidades de cuatro paisajes peruanos en Arequipa, Cusco, Puno y Tacna buscan soluciones para superar la pobreza y contribuyen al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Estas historias forman parte de la serie SDG Deep Dive que busca ilustrar cómo la Agenda 2030 tiene un impacto en el desarrollo y mostrar los primeros resultados de los primeros años de este plan transformador para la humanidad. A través de estas historias de todo el mundo, se muestra cómo los países y las comunidades están moviendo los ODS del papel a la práctica con el apoyo del PNUD.
Fotos: Mónica Suárez Galindo, Anette Andresen / PNUD Perú
Fuente:
Milagros León Avila
Enero, 2019