Noé, o la inteligencia del agua en Honduras

"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"

Agua y Saneamiento 

Se acabó defecar al aire libre en Planes de la Brea. El nuevo programa de saneamiento ha hecho de este municipio un lugar más limpio y ha dado trabajo a los lugareños

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Montañas de Honduras. Bruma. Noé Raimundo, 37 años, lleva una gorra al estilo de Estados Unidos. Nunca aprendió a leer y a escribir, pero en Planes de la Brea, una comunidad de apenas 300 personas, a unos 400 kilómetros al norte de Tegucigalpa, es considerado un héroe: opera él solo, y con mucho orgullo, la planta de tratamiento de aguas residuales que está mejorando la salud y la calidad de vida de su municipio. Me recibe tímido, sorprendido de que haya cruzado el charco, desde España para conocer su trabajo. Poco a poco cuenta cómo empezó el proyecto con miedo, con dudas y cómo fue ganando confianza.

"Durante la capacitación el ingeniero me dijo que todo operador de plantas debería de saber leer y escribir bien. Y yo le dije: 'Pues yo no puedo, mejor me voy, estoy de más aquí”, explica Noé. Pero él me replicó: “Deberás estar aquí porque eres inteligente’. Me quedé y ya aprendí como es el manejo de la planta de aguas residuales. Ahora estoy capacitado para dar formación a cualquier persona".

Como leí hace poco en un informe, el saneamiento delata una crisis oculta: "Solo cuatro de cada diez personas en el mundo disfrutan de acceso a uno gestionado de forma segura". En la zona rural el disfrute a este derecho humano se circunscribe al 14% de la población.

Esta ciudad hondureña ha cambiado de cara: cuenta ya con una red de tuberías de aguas fecales y todas las aguas residuales se enviarán a una planta de tratamiento

El componente social

En Planes de la Brea la población sufría la falta de saneamiento. Practicaba la defecación al aire libre y, aunque en algunos casos se utilizaban letrinas, hace tiempo que quedaron desbordadas por el uso, con lo que el suelo se contaminó y se produjeron casos de diarrea y otras enfermedades hídricas. La comunidad contaba con servicio de agua potable, pero en verano este bien escaseaba.

Con el tiempo que ahorran en las tareas del agua, se están creando pequeñas empresas de costura y comida que contribuyen al futuro de la comunidad

La situación está mejorando tras finalizar el programa de agua y saneamiento que la Agencia Española de Cooperación (Aecid) promueve junto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Planes de la Brea, y que financia a través de donaciones el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento de España. La construcción del sistema de agua potable y de alcantarillado ha beneficiado a 200 familias, y ya está en funcionamiento una pequeña planta de tratamiento de aguas residuales que cuenta con un reactor anaerobio de flujo ascendente: en lenguaje no ingenieril, que elimina la contaminación a través de procesos biológicos, sin gasto de energía, lo que lo hace barato y ecológico.

La intervención no solo ha incluido la infraestructura, sino que cuenta con un componente social que ha implementado la ONG Agua para Todos a través de un seguimiento domiciliar orientado a mejorar el consumo del agua en casa, la separación de residuos, el uso de los baños o a dar a conocer las formas de evitar la contaminación hídrica. Con el tiempo que ahorran en las tareas del agua, se están creando pequeñas empresas de costura y comida que contribuyen al futuro de la comunidad. Durante la visita tuve la suerte de probar una variedad muy rica de plátano frita que están comercializando las mujeres. La economía es parte de su empoderamiento.

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La innovación también suma

Las intervenciones de España son amplias, incluyen tanques de agua, letrinas, alcantarillado, campañas de higiene, formación y cinco plantas de tratamiento de aguas residuales. En algunos de los casos, se ha recurrido a innovaciones tecnológicas, como el bombeo del agua con energía fotovoltaica, y a intervenciones de saneamiento condominial (con tuberías que pasan por debajo de las casas), que abaratan los costes.

Pero, más allá de las cifras, lo que cuenta es su impacto en la vida de los protagonistas: "Como beneficiario y operador —nos dice Noé—, me siento satisfecho y sé que es un gran trabajo el que se ha hecho y quisiera, de todo corazón, que los demás que no lo tienen algún día pudieran tenerlo".

Fuente:

Arantxa Freire

El Pais 1.2

El Pais 1.2

Febrero, 2019

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